miércoles, 31 de agosto de 2011

Felicidad. Gondwana

Acuarela. Toquinho.

La brevedad de la felicidad.

Muchas veces me paro a pensar en lo rápido que se pasa el tiempo cuando uno es feliz.

¿Habéis observado que cuando todo va bien el tiempo vuela y cuando todo va mal todo parece ir a cámara lenta? Por eso he llegado a la conclusión de no permitir dejar pasar ni un segundo en los momentos felices de mi vida.

En muchas ocasiones dejamos pasar cosas buenas por miedo, por prejuicios o simplemente porque estamos tan ciegos que no somos capaces de ver más allá de nuestras narices.

La felicidad es breve, la felicidad se saborea un poco todos los días, cada uno la encontramos en un lugar diferente pero hay una regla universal no escrita que todos conocemos y es aquella que dice que la felicidad no se encuentra normalmente allí donde pensamos que se encontraba.

Para encontrar la felicidad debemos ser honestos con nosotros mismos, saber lo que nos llena y pelear por ello, en cuanto a las personas debemos ser conscientes de que debemos tener claro las personas que nos ayudan a ser felices y las que por el contrario nos arrebatan esos minutos de felicidad.

No dejes que la felicidad sea breve y recuerda esta frase para escribir en tu lápida "no me he ido, me han echado".

Se acabaron las lágrimas. Huecco y Hanna.

El sauce llorón.

En el bosque de la vida no hay un árbol más triste que el sauce llorón.

Y es que el sauce llorón no es capaz de observar las flores crecer en primavera, ni disfrutar del alegre cantar de los pájaros en verano ya que simplemente se dedica a llorar por sus hojas perdidas durante el invierno.

Además el sauce llorón tiene la costumbre de envidiar a otros árboles y nunca intenta cambiar de vida, simplemente llora y llora sin que eso cambie nada.

El sauce llorón por desgracia, suele arrastrar a otras plantas como enredaderas que se ven condenadas a vivir con su tristeza hasta el día de su caída.

Lo gracioso es que al sauce llorón le puedes brindar ideas varias para cambiar de vida y siempre preferirá quedarse estancado con su vida, criticando sin parar al resto y haciendo la vida imposible al resto del bosque ya que suele culpar a los demás árboles de su vida e incluso a veces llega a cortarlos por la mitad en su afán autodestructivo.

Es una pena ver como el sauce llorón esperan respuestas para las que no hacen preguntas, como no escuchan consejos y como intentan incluso que una niña de 3 años les dé la respuesta a la pregunta mágica.

martes, 23 de agosto de 2011

Se queda corta la vida. DePalma

La autoestima. (Especialmente para Diego)

He recibido un comentario a una entrada antigua de un chico que creo que se siente un poco perdido y como no tengo su correo no puedo contestarle así que espero que no le importe que lo haga por aquí.

Muchas veces en la vida hay etapas en las que creemos que todo lo hacemos mal ya que no nos salen las cosas como queremos; En esos momentos parece que no le vemos salida a nuestra situación y nos damos una y otra vez contra un muro invisible.

De esta situación no estamos a salvo nadie, ya que aunque uno mantenga unos niveles óptimos de autoestima, hay días en los que se encuentra más bajo de moral y vuelve a verlo todo negro.

¿Cuál es la solución? Difícil encontrarla fuera de uno mismo, la solución se encuentra en el interior y si ese interior se empeña en no mostrarnos la solución debemos movernos, debemos ponernos a hacer algo que nos resulte gratificante y que sepamos que es positivo (leer un libro, escribir un blog, sacar al perro a pasear).

Sin ir más lejos ayer fue un día feo para mi, quizás por el calor asfixiante me encontraba sin ganas de hacer nada y de mal humor, la mejor receta contra esto es moverse, si te quedas parado la cosa empeora.

Amigo Diego, ¡ánimo! puedo entender perfectamente como te sientes, ¿te has parado a pensar en lo corta que es la vida? El poco tiempo que tenemos para hacer cosas, para encontrar nuestro camino, ayudar a gente, amar a los que tenemos alrededor, reír, llorar, la vida es un mal resumen de un buen libro.

Piensa que la autoestima va ligada a la fuerza de voluntad y ésta unida al alma. El alma es aquello que te empuja a vencer las dificultades y a encontrar tu camino, la fuerza de voluntad surge de un alma fuerte y es aquello que te mantiene en la lucha y todo esto hace que la autoestima salga reforzada.

Hay mil frases hechas sobre la autoestima y sobre la vida, pero la que más me gusta es aquella que dice que por cada 100 veces que caiga me levantaré 101 y eso es precisamente lo que tienes que hacer Diego.

Sobre como te puede hacer sentir otras personas, debes de pensar si esas personas que se dedican a hacer sentir mal pueden llevar razón o no. Muchas veces nos rodeamos de personas que incluso pensando en que lo dicen por nuestro bien suelen meter la pata y peor aún, nos rodeamos de personas que parece que sólo disfrutan cuando metemos la pata.

Es importante conocer a nuestros amigos y enemigos, pero recordando que las decisiones importantes las tiene que tomar uno y que cada uno somos dueños de nuestra propia vida.

Lo importante es que te encuentres conforme con las decisiones que tomes y en caso de que no salgan bien vuelvas a retomar otro camino.

No vivas pendiente a las opiniones de los demás, lee mi historia del burro y la familia si puedes para entender mejor lo que te quiero decir, recuerda que eres único.

lunes, 22 de agosto de 2011

Respuestas para preguntas.

Vive, ama, aprende, deja un legado.

La crisis.

Esta maldita crisis económica parece no acabar nunca.

Siento una gran tristeza observando como cada vez hay más gente pidiendo en la calle, buscando en contenedores e incluso ya han llegado al polígono industrial, ya no buscan solo trabajo, buscan ayuda económica.

Pero esta crisis económica no es lo que más me asusta es la crisis existencial y personal que parece perseguirnos a todos.

Observo como muchas personas no son capaz de mirar más allá de su nariz para ver el sufrimiento humano y la miseria que a no muchos kilómetros e incluso metros de sus casas se produce.

Veo como familias se desmoronan, como se producen malos tratos en el hogar, como nos manipulan para creer lo que quieren que creamos, como se organizan movimientos que no dejan de ser más manipulación (tiempo al tiempo).

El hombre esta perdiendo lo único que jamás debería perder su libertad de pensamiento y acción, lo más triste es que nos disfrazan este robo justamente de lo contrario.

Hoy creemos sentirnos más libres que nunca, pensamos que controlamos todo y realmente no controlamos nada, todo esta en manos de los nuevos señores feudales que juegan a hacernos creer libres.

Esta nueva humanidad se deshumaniza, hemos olvidado el llorar con el dolor ajeno, a sentir hambre con la hambruna ajena e incluso a dejar de lado al enfermo porque nos molesta. La televisión nos manda mensajes de juventud, belleza, imponer la razón con gritos, lujo, droga, desenfreno y ¿dónde queda la enfermedad? ¿la vejez? ¿la pobreza? Quieren que ignoremos la otra cara del ser humano, la cara que nos exige lo mejor de nosotros.

Siempre he pensado que las crisis económicas pasan, pero las crisis humanitarias no se van tan fácilmente, los que ayer gritaban guerra no, hoy gritan que hay que ayudar a Somalia, los que ayer gritaban Benedicto, ayer gritaban Juan Pablo, pero lo triste es que entre grito y grito el mundo no cambia o mejor dicho cambia a peor.

Mientras intentamos resolver nuestras crisis, mientras que nos lamentamos por no haber viajado al Caribe este año o mientras que echamos de menos cenar en un cinco estrellas, hay gente que no tiene nada que comer o no tiene para pagar la hipoteca o recibe una paliza de muerte de su marido o...

Maldita crisis...

martes, 16 de agosto de 2011

De visitas y otras cosas.

No puedo dejar de sorprenderme como la gente critica la visita de Benedicto XVI a Madrid y ahora mucha gente que conozco que nunca ha movido un dedo por nadie (ni siquiera por sus hermanos) piden que ese dinero se destine a Somalia.

Es una desgracia que esta gente sólo se acuerde de Somalia cuando les interesa acordarse y mi pregunta es la de siempre ¿acaso no existen más Somalias en el mundo?

Hoy en día vivimos en un mundo en el que las dos terceras partes se mueren de hambre mientras que el otro tercio de la población desperdicia comida y se dedica a comprar más cosas de las que necesita para vivir.

Mucha de esta gente que conozco que critica ahora tan ferozmente la visita del Papa visten de marca y son capaces de gastarse más de 60 euros por unas zapatillas fabricadas en China por manos de niños explotados y la verdad no lo entiendo.

Mi postura sobre la visita de Benedicto XVI la tengo clara, este jefe de estado a mi personalmente no me genera muchas simpatías pero pienso que libremente quien quiera asistir a esas jornadas ¿por qué no va a hacerlo? al igual que quien quiera hacer una manifestación contraria al Papa ¿por qué no hacerlo?.

La pena es que nos pegamos media vida protestando contra cosas en lugar de hacer cosas, es fácil criticar los tesoros del Vaticano (Todos en algún momento lo hemos hecho) pero es difícil poner cinco minutos de nuestro tiempo al servicio de los demás.

En el fondo supongo que protestar por la visita del Papa es una manera de acallar nuestra conciencia egoísta que nos hace mirar para otro lado cuando nos gastamos 50 euros en unas zapatillas (Yo os aseguro que por 12 euros hay deportivas que hacen el mismo papel).

Por otro lado el problema de protestar es que a mi hay tantas y tantas cosas que no me gustan que si tuviera que protestar por todo me pegaría todo el día en la calle armando ruido pero simplemente creo que las cosas funcionan de otra manera, hay otra manera de hacer un mundo mejor.

PD. Por cierto lo de Somalia no se arregla comprando ropa de marca.

lunes, 8 de agosto de 2011

La memoria del besugo

¿No os ha pasado nunca apoyar y ayudar a un amigo, prestarle incluso tu casa y que luego al cabo de un tiempo este amigo ni lo recuerda?

A veces pienso que peco un poco de vanidad por el hecho de que me gustaría que de vez en cuando las personas me dieran las gracias o tuvieran un detalle conmigo pero la verdad es que por suerte me duran poco esos momentos, el resto del tiempo pienso en que mejor seguir haciendo las cosas porque creo que las tengo que hacer.

Y es que uno no puede elegir que los demás se comporten tal y como espera uno que lo hagan, ni siquiera puede pretender que le den las gracias o tengan un detalle que por cierto con el resto de amigos si lo han tenido.

Aunque claro olvidaba que para ciertas personas hay amigos clase A, amigos clase B etc... e incluso no hay amigos simplemente compañeros para salir a tomar una copa.

Lo que realmente sí que hay es mucha hipocresía, me agota ver como hay gente que presume de amistad eterna y están esperando que la otra persona se de la vuelta para destriparlo, lo mejor de todo es que con estas personas hay que tener cuidado ya que si se te ocurre seguirles la corriente queda como sus palabras han sido tuyas y corren velozmente a propagar el mensaje.

Supongo que el problema sigue siendo mío, supongo que le he cogido gustillo a ser un kleenex y que lo mío es levantar a las personas cuando caen, ponerlas en marcha y cuando ya están haciendo su vida se olvidan de ti debido a su memoria de besugo.

Lo triste es que con esta entrada del blog muchos os sentiréis aludidos porque a muchos os ocurre lo mismo y es que hoy en día cada vez tenemos menos amigos de verdad y por desgracia los vemos menos de lo que quisiéramos.


miércoles, 3 de agosto de 2011

El pez que no sabía nadar.

Erase una vez que se era un pez que no sabía nadar.

Todos sus hermanos parecía disfrutar de su vida acuática, saltaban y chapoteaban despreocupados por el río mientras que nuestro protagonista no se atrevía a abandonar la orilla por miedo a ahogarse.

Doña Peza (La madre de nuestro pez) no hacía más que animarlo a que abandonara la orilla y se fuera a jugar con sus hermanos pero era mucho pedir a nuestro pequeño pez que sólo de pensarlo temblaba de miedo.

Un buen día nuestro pequeño pez se encontraba cerca de la orilla cuando de repente una gran red cayó sobre él y no pudo evitar ser atrapado por un pescador.

La vida es un camino incierto, muchas veces nos asustamos ante los cambios y preferimos no apartarnos de la confortable orilla pero muchas veces es peor el remedio que la enfermedad y hay veces que hay que ser capaz de tomar una decisión y lanzarse a nadar con fuerzas para llegar a la otra orilla.