martes, 25 de marzo de 2014

Michael Jackson. Man in the mirror.

A veces no me conozco.

Esta semana se ha jugado un importante partido de fútbol, y digo importante, porque parece ser que todos mis amigos por lo que leía en el whatsup no tenían en la cabeza otra cosa. A veces echo de menos esos tiempos en los que ganar dinero, ver fútbol y consumir ocio ocupaba la mayor parte del tiempo mi cerebro, digamos que era una persona sin muchos quebraderos de cabeza.

Pero un buen día me mire fijamente en el espejo, y una vez que te aguantas la mirada en el espejo, ya no hay vuelta atrás, porque prefieres morirte de hambre que seguir siendo quien eras. Te das cuenta de que necesitas cambiar, te sientes vacío y observas lo corta que es la vida, como para no hacer nada por nadie.

Todos los seres humanos somos hermanos, todos necesitamos un abrazo, una palabra de ánimo, un pedazo de pan espiritual que nos ayude a seguir con nuestra pesada carga un poco más; desgraciadamente algunos no tienen nada ni a nadie, mientras que algunos compran minutos de felicidad.

Vivimos en una sociedad en la que cada vez más gente pasa necesidades de muchos tipos y necesitamos educar a los que vienen en la cultura de la comprensión y el esfuerzo por hacer de este mundo un lugar mejor; nos han vendido la idea de la inmortalidad, sin darnos cuenta de que lo único que dejaremos en este mundo es lo que no nos podremos llevar, nuestro legado no es cuestión de más o menos dinero, nuestro legado es una cuestión inmaterial, imperecedera e infinita.

Pero para ser capaces de dejar algo, tenemos que ser capaces de mirarnos en el espejo y empezar por cambiar nosotros mismos, si no lo hacemos, todo esta perdido.

Y a veces echo de menos el no pensar para no sufrir, pero entonces recuerdo al hombre que solía ser, egoísta y ambicioso, me dan nauseas y recuerdo el calorcito que siento al actuar como tengo que actuar, para poder aguantarme la mirada en el espejo.

lunes, 24 de marzo de 2014

Lecciones

El miedo otra vez.

De vez en cuando es inevitable sentir miedo acerca del futuro; ya sabéis que soy muy cobarde y me pasa a menudo, aunque supongo que es normal, ya que desgraciadamente todos vivimos momentos de incertidumbre de distinta índole.

No puedo dejar de dar gracias a Dios por todo lo que me ha dado, pero aún así a veces, el vertigo me puede, así que estoy aprendiendo a no mirar para abajo y evitar caerme.

Estoy terminando de dar un paso que creía imposible en mi vida y ahora viene el siguiente, desgraciadamente, en mi contra tengo el tiempo y la vida; el tiempo por mi edad y la vida por mis circunstancias, pero al contrario de lo que ocurría hace unos años, procuro no hundirme y seguir en la pelea, saboreando cada instante como si fuera el último.

Procuro equivocarme a cada paso para encontrar el camino correcto, riéndome de mi torpeza y sacando las lecutras más positivas que pueda, siempre con paso firme.

Me da mucho miedo no estar a la altura, no ser capaz de dar lo mejor de mí, ha sido un paso grande en poco tiempo, quizás nunca alcance mi objetivo en esta vida, pero estoy seguro que todo el esfuerzo realizado, no caerá en saco roto, en esta vida o en la siguiente.

En fin, no queda otra que continuar, dejar al miedo de lado, porque cuando haces aquello que más temes, eres capaz de hacer cualquier cosa.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Ser fiel a uno mismo


Fiel a uno mismo.

No hay nada mejor que dormir con la conciencia tranquila de hacer las cosas como crees que debes hacerlas. Aunque en muchos momentos de debilidad, piense que la gente juzga e incluso prejuzga, he aprendido a controlar mis dudas y a hacer las cosas como creo que tengo que hacerlas.

Siempre he encontrado gente en mi camino, que ha intentado hacer que sienta mis aciertos como fracasos, pero con el tiempo he aprendido a seguir mi intuición y mi corazón, una combinación esencial para acertar.

Mucho tiempo atrás, me dejaba llevar por los comentarios o simplemente aceptaba como verdades, mentiras que en el mejor de los casos presentaban la visión particular de una persona sobre un determinado tema, sin embargo hoy, construyo mi realidad e intento demostrarme que mi realidad y mi verdad, no tienen porque coincidir con la de otros.

Me demuestro cada día a mi mismo, que cuando uno se esfuerza y trabajar por lo que cree, el sudor tiene sentido, incluso en días en los que parece que tu presencia molesta a mucha gente, a fin de cuentas, supongo, que si les molesta es por alguna razón relacionada con ellos mismos.

Nunca pretendo molestar a nadie con mi forma de ser o trabajar, simplemente intento ser fiel a mi mismo, ya que a fin de cuentas es la única manera que tengo de hacer las cosa y seguir mi camino.


lunes, 10 de marzo de 2014

Lecciones

Soñando entre pesadillas.

No hay nada mejor que soñar entre pesadillas con un anhelo o una ilusión; Mi sueño particular ya lo sabéis todos, cambiar mi vida, dedicarme a enseñar, mi pesadilla el no poder hacerlo por haber comenzado demasiado mayor esta lucha de gigantes y verme abocado a una vida con la cual no me sienta pleno. Pero ¿qué hay de mi sueño en general? si pudiera hacer algo para que todo el mundo encontrara el equilibrio y la fuerza necesaria para respetarse ellos mismos y a los demás, para resolver sus diferencias hablando y no peleando, para que entendieran que un golpe solo conlleva otro golpe, que un insulto arrastra otro insulto, sería el hombre más feliz sobre la faz de la Tierra.

Desgraciadamente, este sueño se oscurecido por la pesadilla de una parte de la humanidad empeñada en vivir como animales; No me refiero solo a aquellos que por motivos económicos, sociales y culturales, viven en un entorno desfavorecido, sino a aquellos que viven asentados en elitismo y la opulencia desmedida, sin darse cuenta que aquel que no construye el bien común está condenado al fracaso individual.

Todos somos responsables de todos, la existencia humana está basada en la comunidad desde tiempos inmemorables y lamentablemente nos empezamos a olvidar de ello hace unos siglos, condenándonos así a una extinción que antes o después ocurrirá.

Hemos utilizado el nombre de Dios en vano en guerras que camuflaban nuestro egoísmo más atroz, nos olvidamos del dolor ajeno a base de consumismo puro y duro, nos sentimos intocables gastando dinero que simplemente es papel mojado si no lo gastamos en algo que realmente nos llene, tenemos hijos que en el mejor de los casos reproducirán nuestros errores, en el peor los aumentarán y la el reloj de la bomba sigue acercándose a su segundo final.

Humanidad, inhumana, el sino de nuestros tiempos.