Este proceso de renovación consiste en volar a lo alto de una montaña y ocupar un nido próximo a una pared en el que no necesite volar. Una vez en dicho nido el águila debe comenzar a golpear la pared con el viejo pico hasta arrancarlo y entonces esperar a que nazca un nuevo pico con el que arrancar sus uñas, una vez nacidas unas nuevas uñas con ellas arrancará sus viejas plumas. Al terminar este costoso y sufrido proceso el águila esta preparada para vivir la otra mitad de su vida con plenitud.
En ciertos momentos de la vida nos enfrentamos a momentos dolorosos que nos hacen tambalearnos y plantearnos sobre si tiene sentido lo que estamos haciendo; En esos momentos necesitamos soltar lastre, dejar atrás las cosas que nos han hecho daño, nuestros miedos, nuestras dudas y renovarnos como el águila. Por supuesto que es un proceso doloroso y duro, pero a la vez es necesario, ya que es la única manera de intentar encontrar el camino y las fuerzas que nos permitirá vivir lo que nos quede de vida con dignidad y sobre todo nos permitirá marcarnos unas metas que nos harán realmente felices. Yo he pasado algunas de estas etapas en las que no era capaz de arrancarme el pico, las uñas o las plumas y puedo afirmar que el día que por fin lo hice sentí un gran alivio, ahora algunas partes de mi ser han nacido y me siento bien con este cambio, pero aún debo ser paciente para saber si cuando crezcan todas las que faltan habrá valido la pena, la vida y el tiempo dirán pero al menos el dolor se ha quedado atrás.
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