Un año más, ¡falaz Navadaz!, un año más, besos, abrazos, recuerdos, alegrías y nostalgias, pero como diría un buen amigo mío, siempre un día más.
La vida se empeña en que olvidemos quiénes somos, de dónde venimos y lo más importante, a dónde vamos. Llevo media vida o quizás ya algo más, intentando encontrar esas respuestas y cuando parece que las he encontrado, el maldito destino se empeña en confundirme, desorientarme y olvidar lo aprendido.
Esta Navadaz se me presenta casi sin avisar, quizás el buen tiempo que hace que esto no parezca Diciembre o quizás el ajetreo en el trabajo que dejaré de tener el 17 de Enero no me han hecho aterrizar aún en este tiempo de buenos deseos. O quizás, este año más que nunca no tengo espíritu Navideño y lo más preocupante, tampoco "navadaño". ¿Por qué? Quizás echo de menos a la persona más importante de mi vida....yo mismo....creo que me he vuelto a perder y necesito reencontrarme para sentirme bien, el problema es que me da miedo que en ese proceso me convierta en un arma y haga daño a la gente de mi alrededor, a la que quiero y aprecio.
Últimamente no soporto a la gente que parece tenerlo todo tan claro, no es envidia, es incredulidad, porque bajo mi punto de vista, hoy por hoy, nadie, puede afirmar que tiene su vida bajo control, ya que la vida es un caballo desbocado que correr libre por una pradera hasta que decide darte una coz y con un poco de suerte deja montarlo por unos minutos.
No sé cuánto tiempo me llevará este proceso de reencuentro, no sé cuántas personas perderé por el camino, solo sé que para que pueda volver a desearos de corazón Falaz Navadaz debo reencontrarme, vivir pensando como hace años, cuando en un hospital y en un cementerio aprendí, hoy es el mejor día de tu vida, mañana lo mismo es tarde.
jueves, 24 de diciembre de 2015
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