Lejos de hacer un balance sobre el año que se nos va, quiero compartir con vosotros una reflexión que me viene a la cabeza en estas fechas, somos los que somos y nadie más.
Otro año más, nos sentamos a cenar pocas personas en número pero grandes en calidad. En estos últimos años, la enfermedad y la edad está golpeando a mi familia de una manera cruel y nos hemos dado cuenta de las pocas personas con las que podemos contar.
En esta noche, valoro mucho más a los que siempre están, a los que no se esconden y a los que intentan sumar en lugar de dedicarse a aparentar una falsa amistad o un trato hipócrita.
Un año más, somos los que somos y nadie más.
jueves, 31 de diciembre de 2015
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