Sangre, sudor y lágrimas. Esta receta que en principio puede parecer tan dura y dolorosa es una receta que te hace madurar y crecer.
Con esta receta puedes conseguir lo que crees merecerte y que nadie te va a regalar.
Me hace ver como hay cantidad de gente, que pasa por la vida sin pena ni gloria, sin motivación para encontrar su sitio y lo único que hacen es patalear.
La única verdad es que para cambiar el mundo tienes que empezar a cambiarte a ti mismo, como siempre me repito, y si no te gusta lo que ves o lo que tienes toca trabajar duro.
Aunque claro siempre esta la otra opción dejar que se pase tu vida sin hacer nada y cuando llegue el momento final, morir con la amargura de haber tenido una vida vacía.
viernes, 14 de mayo de 2010
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