lunes, 30 de diciembre de 2013

Y se va otro año.

Y se va otro año para que llegue uno nuevo, así es el juego de la vida, bienvenidas y despedidas.

Despedimos un año con la ilusión de que el próximo será mejor y la nostalgia de despedir el anterior, que incluso con todas sus aspectos negativos, algo bueno siempre deja.

El abrazo de los padres, la caricia del hermano, el beso del ser amado, todos esos momentos pasaran y nunca sabemos cuando volveremos a recibirlos.

Pero lejos de ser nostálgico o negativo, esta reflexión pretende animarnos a todos a que no tardemos mucho en volver a disfrutar de todos esos momentos mágicos del pasado en el presente, porque el futuro no está asegurado a nadie.

Pasa el tiempo y cada vez valoro más a la gente que tengo cerca, esos que nunca te dejan caer y que te recuerdan en la noche más oscura que te quieren y aman. Aquellos a los que amas con toda tu alma y estarías dispuesto a dar hasta tu vida por ellos, y es que el amor es eso, es estar dispuesto a dar todo por el otro.

No puedo sentir pena de la gente que se le llena la boca con un te quiero vacío, un te quiero que no va acompañado de hechos, solo de dichos; no puedes querer a nadie sin demostrarle que le quieres, pero sí puedes decir te quiero sin sentirlo.

El amor es ver en la arruga la belleza, en la enfermedad la paciencia y en los ojos el alma.

La vida no es un lugar fácil, ahora mismo muchos vivimos situaciones complicadas que parecen serle ajenas a otros tantos, pero uno no puede nunca puede dejar de luchar, porque en la vida, tal y como decía al principio se va un año para venir otro, hasta que llegué el día en que nos vayamos nosotros y entonces nada importa...

FELIZ AÑO AMIGOS Y AMIGAS.

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