lunes, 20 de febrero de 2012
Los invisibles que siempre están.
A raíz de mi última entrada he recibido muchas llamadas de amigos preguntándome por cómo me va. La verdad me sorprendió y no sé si guarda relación con lo escrito por mi la semana pasada.
Pero me gustaría señalar que justamente he recibido llamadas de personas a las que considero hechos de fe probados.
¿Qué quiero decir con hechos de fe? La fe es creer en la existencia de algo aunque no se vea o se pueda tocar, pues justamente la gente que me llamo son así, son personas a las que por desgracia no puedo ver lo que me gustaría pero que siempre llevo cerca de mi corazón.
Son personas buenas, que sé que si necesitara su ayuda para cualquier cosa podría contar con ellos. Me entristece pensar que se puedan haber sentido aludidos u ofendidos por mi entrada ya que nada más lejos de mi intención, curiosamente las personas que se tendrían que haber sentido aludidas siguen sin aparecer y ni se les espera.
A todas esas personas que por desgracia hoy en día son invisibles para mi quiero decirles que siempre les llevo en mi corazón y que estoy seguro que el próximo día que nos veamos nos daremos un gran abrazo para festejar el reencuentro.
miércoles, 15 de febrero de 2012
Más gorrinos que amigos.
Cuando eres pequeño piensas que tienes muchos amigos, ya que la vida todavía no te ha demostrado que un amigo es algo más que un compañero de juegos en el recreo. Lamentablemente la vida en una de sus lecciones más duras se empeña en enseñarte que existen personas a tu alrededor que dicen llamarse amigos pero que no dejan de ser "compañeros de juego en el recreo", personas que sólo necesitan de ti para tener gente con la que salir un fin de semana o simplemente gente a la que pedir favores, pero a la hora de que tú les pides algo prefieren mirar a otro lado.
Otra cosa que esta muy de moda es la amistad con fines de invitar a una boda o a una fiesta similar a fin de que entre todos les subvenciones la fiesta o les pagues la habitación del bebé, y yo me pregunto los que no nos vamos a casar o no vamos a tener hijos ¿no tenemos derecho a que se nos considere personas con alguna necesidad también?
En algunos casos llegas incluso a prestar tu propia casa en el nombre de la amistad y no te sirve para nada, ya que de eso no se acuerda nadie, sólo interesa que aportes tu dinero, tu casa o lo que ellos necesiten porque luego ni se acuerdan de ti en los malos momentos y lo que es ya el colmo de los colmos para comunicarte alguna buena noticia.
He escrito ya en alguna ocasión que los amigos se aprecian y ven en sitios muy concretos, como por ejemplo el hospital o el cementerio, en esos momentos es cuando más agradeces una llamada de teléfono o un abrazo y por la misma regla de tres es cuando más lo echas en falta.
En fin os voy a decir algo que ya todos sabemos, conocidos muchos y amigos muy pocos y en la mayoría de los casos los conocidos son más gorrinos que amigos.
miércoles, 8 de febrero de 2012
El equipo A
El curso universitario llega a su recta final y como todos los años, los profesores se han dado cuenta de que hay que empezar a correr. Hay que realizar trabajos en muchos casos infumables y en otros casos interesantes pero con escaso tiempo para poder realizarlos con la profundidad que requieren.
Desde la educación se ha llegado a la conclusión de trabajar en equipo para la realización de estos trabajos y este método da lugar a graves conflictos en algunos grupos.
Yo por suerte, estos dos años de carrera pertenezco a un grupo de gente que da lo mejor de si mismos para que todo al final salga bien, lo he denominado el equipo A por dos motivos, primero por lo que me gusta esa serie y segundo porque Apañados vamos.
Es cierto que quizás a veces no hagamos las cosas bien, es cierto que a veces nos cueste un poco más las tareas, pero somos los mejores porque procuramos cuidar los unos de los otros y porque nos respetamos a pesar de que no pensemos en todo igual.
Este año sufrimos una baja pero creo que la hemos cubierto con creces y con las garantías necesaria de trabajar con una persona buena en todos los sentidos y por eso desde aquí quiero animaros (igual que hice el año pasado) a que demos lo mejor de nosotros mismos porque de ese modo conseguiremos llegar a tiempo a todo.
Para terminar simplemente deciros que sean cuales sean las circunstancias externas que nos rodeen, entre todos juntos las superaremos, así que ¡manos a la obra equipo A!
lunes, 6 de febrero de 2012
No dejes que te callen.
El problema de nuestra sociedad es que en muchas ocasiones tenemos miedo de decir las cosas por dejar de caer bien.
Desde aquí no quiero hacer un alegato a favor del bocazas de turno que se piensa que siempre lleva razón, simplemente quiero hacer una defensa de la libertad que todos tenemos a la hora de hablar y expresar nuestras opiniones.
Existen muy pocas cosas que se encuentren exentas de debate en esta vida, en gran medida esto es lo que nos convierte en seres humanos.
La posibilidad de pensar de manera diferente nos enriquece, la única pena al respecto son los largos silencios en los que muchas personas caen y privan al resto de opiniones igual de valiosas que las demás.
Por eso desde aquí os animo a que siempre con educación y respeto compartáis vuestros pensamientos e inquietudes.
jueves, 2 de febrero de 2012
El esfuerzo.
Como bien saben mis amigos y lectores habituales hace dos años comencé la aventura de intentar cambiar mi vida y me decidí a estudiar magisterio.
Una tarea complicada para una persona que dejo de estudiar bastante pronto y con algunos años encima y bastantes problemas personales y laborales. Lo único que me animó a hacerlo fue el mensaje de apoyo por parte de algunos buenos amigos que no paran de decirme que algún día puedo ser un maestro estupendo.
Ahora estoy casi a la mitad del camino de acabar la carrera y la verdad no me puedo quejar de los resultados hasta el momento, eso sí, mi esfuerzo me esta costando.
Y es que a vueltas con el esfuerzo me estoy dando cuenta de que es una asignatura perdida en nuestra sociedad, parece que todo lo que cuesta trabajo no vale la pena ni intentarlo.
Muchos compañeros de clase me acusan de ser un "empollón", ahora a mi edad, después de todo lo que he vivido y ya pasado....no me considero un empollón, me considero un trabajador y a mucha honra.
¿Cómo se puede enseñar en el sistema educativo el esfuerzo a una generación que lleva toda la vida sin esforzarse? ¿con el ejemplo? Hasta no hace mucho pensaba que sí pero la única manera que esta sociedad de gente desmotivada conoce de reforzamiento es suspender y hacerles repetir, cosa que la actual ley y ni siquiera yo, tengo muy claro de que sea efectivo, porque llega un momento que les da igual.
¿No sería mejor incluir en el currículo algún tipo de aprendizaje con fines sociales? como por ejemplo crear una ONG o un proyecto destinado a ayudar a gente de la ciudad que lo necesita, ¿sería conveniente instaurar de nuevo la mili? ¿les hace falta disciplina para olvidar el egocentrismo adolescente que en algunos casos les dura hasta los 30 años?
Un edificio con mala base siempre se cae y no sé qué pasa que ahora mismo nuestra juventud puede estar muy preparada o eso dicen...pero su base es de barro, al mínimo viento se derrumba...
Uno no aprende a esforzarse sin voluntad y estamos ante gente sin voluntad ninguna que lloran y patalean por subir nota pero sin estudiar aunque he de decir que afortunadamente no todos son así, pero una inmensa mayoría sí.
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