martes, 20 de mayo de 2014

Estoy hecho de pedacitos de ti. David Barrul

Somos los restos de nuestra propia existencia.

Desde hace algunos años mi madre sufre de Alzehimer, esa horrorosa enfermedad que nos arrebate en vida a nuestros ancianos en sus años dorados y los vuelve niños pequeños. En la medida de los posible intentamos llevarlo bien y aguantar lo mejor que sabemos los síntomas de su enfermedad, los cuales con el paso del tiempo se acentúan por momentos.

Uno de estos síntomas es la ansiedad que le producen sus alucinaciones, piensa que sus padres están vivos e incluso los ven o no paran de pedir que les lleves a la casa de su infancia para encontrarse con sus amigos y familiares, lo que nos crea un gran desconcierto porque esto ocurre a cualquier hora y un número indefinido de veces (incluso cuando llegamos a su barrio viejo y ve el solar de su antigua casa dice que se quiere quedar allí por si acude alguien o nada más regresar a nuestra casa, ella dice que quiere volver). Ayer ocurrió algo que hizo que se me saltaran las lágrimas, en uno de esos viajes al barrio, vimos por casualidad a dos de los pocos vecinos que siguen vivos y viven allí, fue emocionante ver cómo se abrazaron y se preguntaron por su vida, parecía que no había pasado el tiempo y seguían siendo los mismos de la pandilla a la que les toco vivir la posguerra civil y trabajar como jabatos para darnos a sus hijos un futuro mejor (que por culpa de algunos políticos ya veremos en qué se convierte; en ese momento comprendí, que todos somos los restos de nuestra propia existencia, ya que vamos avanzando en un camino incierto hacía la tumba, solo dejando atrás a la gente con la que hemos vivido y hemos compartido cosas.

Yo tengo 36 años, he dejado ya muchas personas en el camino, hace años que no veo a mis amigos de la infancia, han fallecido muchos amigos míos del barrio viejo y mis padres ya son mayores, así que entiendo que en cualquier momento también me van a abandonar, pero sólo ayer comprendí que estoy hecho de pedacitos de todos ellos.

martes, 6 de mayo de 2014

Retales de una vida. Celtas Cortos.

Engañando a la muerte.

Hoy ha muerto una persona con la que tuve la suerte de trabajar durante 12 años, a lo largo de los cuales aprendí muchas cosas. Hoy sin embargo, como casi siempre la vida te da lecciones a través de la muerte y he podido observar como las buenas personas nos abandonan en el anonimato más absoluto, salvo para aquellas personas con las que han compartido su amor.

El amor es lo único que nos hace eternos y en la medida que somos capaces de amar, seremos capaces de ser recordados. Intentamos engañar a la muerte a lo largo de toda la vida, nos cuidamos, hacemos ejercicio físico, tenemos avances médicos que alargan la vida hasta límites que nuestros antepasados no se creerían pero el final es el mismo, abandonamos este sueño que llamamos vida para ir a otro lugar.

Hace tiempo, creo que escribí algo sobre como me gustaría que fuera mi entierro y me sigo reafirmando en lo mismo, no me gustaría un entierro triste, me gustaría uno con música, color y en el que la gente celebrara las luces, y perdonara las sombras de mi vida.

Me gustaría poder mirar atrás y pensar que le di sentido a mi vida, que hice algo por los demás y que mis padres y amigos se sienten orgullosos de mí, porque tal y como se dice en la película "gladiator" yo creo que lo que hacemos en la vida tiene eco en la eternidad

Por favor, si alguien que lee esto y me conoce, si organiza mi funeral, que cumpla mi voluntad.

jueves, 1 de mayo de 2014

It´s my life. Bon Jovi

Doble o nada.

Bueno amigas y amigos, he acabado mis período de maestro de prácticas o training teacher como dicen los ingleses y con ello acaba mi formación.

La gente que me lee y conoce sabe el enorme esfuerzo que he tenido que hacer para pasar de no tener ni la educación mínima obligatoria a obtener de manera brillante el título de maestro en Primaria y Educación Especial (además de haber acreditado un nivel de inglés B2/C1) en tan solo 5 años. Hoy no voy a analizar mi paso por el mundo educativo, hoy simplemente quiero compartir conmigo y por ende con vosotros mis lectores anónimos, el miedo y la incertidumbre que me genera abandonar la universidad.

Mucha gente me ha dicho que valgo para ser un estupendo maestro, incluso en este último colegio me han preguntado sobre mi futuro y la mayoría de los compañeros me han invitado a llevar el currículo cuando termine, ya que se trataba de un colegio concertado. Para mi es un verdadero halago que gente con tantos años de experiencia y que realiza una labor brillante me diga eso.

Evidentemente a lo largo de estos años, mucha gente (incluso de este último centro), ha tratado de desanimarme con su actitud y sus palabras, pero supongo que no os pilla de susto, ya sabéis que en la vida siempre vamos a encontrar gente que su único anhelo es vernos caer, quizás porque así tranquilizan sus miedos y a veces simplemente necesitan sentirse superiores al resto de los humanos...sinceramente, hace ya tiempo que no les hago caso.

Ahora llega un momento, en el que en el mitad de mi vida, debo apostar por el cambio total, el cual pasa por abandonar de manera total mi forma de ganarme la vida desde hace 20 años y jugarmela al doble o nada; sorprendentemente, dejando atrás al tipo que se asustaba por todo, he decidido jugar, empezando a partir del lunes empezar a prepararme oposiciones al cuerpo de maestros. Una vez más, muchos me dicen que estoy loco, que no voy a aprobar porque no tengo puntos, ni por experiencia, ni por méritos, pero ¿sabéis? es una pena que después de todo lo que he hecho, no intentarlo.

Dar este paso, implica vivir solo con el dinero imprescindible para pagar gastos fijos, estudiar muchas horas semanales y renunciar a cosas que la mayoría de mis amigos y amigas están haciendo, pero lo acepto. A lo único que no voy a renunciar es a mis clases de apoyo a los más desfavorecidos que me servirán de válvula de escape y algún que otro partido de tenis (mientras pueda pagarlos). Aunque evidentemente si durante el camino, me surge la oportunidad de trabajar en algo relacionado con la docencia y que me de puntos para la opisición pienso cogerlo.

La puesta esta sobre la mesa, dobe o nada, ¡hagan juego!