miércoles, 30 de enero de 2013

Cantares. Antonio Machado (Versión Serrat)

Laberintos.

Me sorprende ver como todavía hay tanta gente que no entiende lo básico de la vida y se pierden en laberintos de envidia, egoísmo e hipocresía.

Esta reflexión surge de la observación cuidadosa de comportamientos tan "humanos" como dejar de lado a los amigos, ignorar a tu familia, amar a la mujer del prójimo o sentirse ofendido por los triunfos del otro.

Me sorprende comprobar como hay gente que dedica su vida a amasar un dinero que en el mejor de los casos dilapidarán sus hijos y en el peor se lo quedaran los políticos, pero aún me sorprende más como en plena era de la comunicación la gente ni siquiera se habla con sus padres o dejan de lado amigos de verdad simplemente porque esos amigos han empezado una relación con una persona o no tienen el tiempo que les gustaría para estar con ellos.

Todos estos comportamientos "humanos" me hacen caer en el desánimo sobre la especie humana y pienso que si se extinguieron los dinosaurios que eran mucho más grandes y fuertes ¿cuándo nos tocará a nosotros?.

La única inmortalidad que existe en este mundo o dimensión es ser capaz de dejar semillas en los que nos rodean, semillas de sabiduría, amor, apoyo y ternura; Lo demás se lo lleva el paso del tiempo, como todo.

Camina sin cesar, disfruta de las vistas, perdona a tus amigos, pide perdón y de vez en cuando da un beso...no hay más.


martes, 29 de enero de 2013

El mismo hombre. Revólver

El abuelito


Un buen día el abuelito caminaba por el parque; Tenía ya muchos años, había vivido una dura postguerra y a pesar que nunca se quejaba también había vivido una dura infancia en la que tuvo que comenzar a trabajar muy pronto y muchos días privarse de cosas que hoy en día no se nos pasa por la cabeza renunciar a ellas ni siquiera un minuto.

El abuelito se cruzó en el parque con un grupo de niños que jugaban a la pelota en el parque e intentó pasar a una distancia prudencial para evitar ser golpeado con el balón, aún así, ya sabéis cosas que pasan, un chut de Manolito directo a la escuadra acabó en las piernas del abuelito que por poco cae al suelo. Evidentemente el buen hombre no pudo evitar soltar un alarido de dolor y queja, acompañado de un chascarrillo de esos que sólo la gente de cierta edad sabe liberar a la atmósfera como si se tratara de un cohete a la luna; Los niños salieron corriendo, riéndose del pobre hombre y éste no podía dejar de pensar en que algo esta pasando y que a pesar de haber vivido tantos años no encuentra una respuesta lógica.

El abuelito siguió caminando a ritmo lento y tranquilo, afortunadamente el balonazo no lo había tirado al suelo pudiendo causarle la rotura de un hueso o de la cadera, lo que hubiera resultado fatal a su edad; De repente observó a los lejos como un joven de unos 40 años (porque hoy en día somos jóvenes y actuamos como tal hasta que cumplimos los 80) dirigirse hacia él rápidamente.

Cuando el joven hubo llegado casi a su altura empezó a vociferar y a soltar a la atmósfera intentos de chascarrillos que como bien podéis imaginar no tenían ni por asombro el efecto del chascarrillo del abuelo, podríamos decir que en este caso el cohete a la luna estaba averiado. Evidentemente se trataba del padre-colega de uno de los niños que habían golpeado al abuelito y que evidentemente no podía permitir que nadie a su niño riñera ya que su hijo era perfecto con todo el mundo (aunque en casa no pudiera sujetarlo quieto un minuto sin que estuviera rompiendo nada o liando alguna).

El abuelito como hombre sabio que era, porque la sabiduría no la enseña un libro igual que la enseña la vida y los años, decidió disculparse gentilmente, dar la vuelta y seguir su camino; Cuando llegó a casa se encontró con su mujer, aquella con la que había pasado toda la vida peleando por un poco de aire para respirar, un plato de comida para comer y le dijo: “hoy he visto al niño” a lo que ella contestó: “¿cómo está?” el la miró con ternura y le dijo: “creo que no muy bien, sigue mal criando a nuestro nieto para compensar el divorcio, no recuerda para nada que nosotros lo queremos con locura a pesar de nuestras pequeñas broncas y castigos, a pesar de nuestras virtudes y defectos, a pesar de sus virtudes y defectos, él no ha aprendido nada”.

Esta historia pretende una reflexión sobre la cantidad de padres jóvenes que conozco que se dedican a ser “colegas” de sus hijos, olvidando su papel de padre y que para más INRI cuando sus padres, esos nuevos abuelos que han recogido el testigo de nuestros viejos abuelos, intentan decirles que algo no va bien, los aíslan en un asilo o los ignoran.

Vivimos tiempos en los que el ser humano ha olvidado algo fundamental, no somos eternos ni invulnerables, debemos de intentar formar a los miembros más jóvenes de nuestra sociedad en el esfuerzo, la tolerancia, la solidaridad y el compromiso porque algún día se tendrán que enfrentar ellos solos al mundo y en ese caso no tendrán a su “padre-colega” para salvar la situación.

Doctor Rockit. Cafe de flore

No puedes evitar.

No puedes evitar al mirar atrás añorar la juventud perdida.

No puedes evitar al mirar atrás recordar al primer amor y el primer beso.

No puedes evitar al mirar atrás emocionar el alma con aquella canción.

No puedes evitar al mirar atrás llorar por la persona que ha partido.

No puedes evitar al mirar atrás lamentar el tiempo perdido.

Lo que sí puedes evitar es mirar hacia delante y en tu mano esta siempre recordar con tristeza o recordar con una sonrisa por los buenos momentos y una sensación de tranquilidad al pensar que has sobrevivido a los malos.

miércoles, 23 de enero de 2013

La amistad.

Mis hermanos pequeños.

Como bien sabéis hace unos años decidí dar un paso muy importante en mi vida, decidí volver a estudiar y para colmo estudiar aquello que siempre me había llamado la atención, Magisterio.

Pero hoy no quiero hablar una vez más de mi carrera y lo que me está costando compaginarla con mi vida personal, hoy quiero hablar de mis hermanos pequeños.

Lo que tiene estudiar cuando ya eres algo madurito es que compartes el aula con gente a la que le sacas unos cuantos años (aunque debo de mencionar que también hay gente mayor que yo en mi carrera); Estos compañeros más jóvenes que hace dos años eran unos desconocidos para mí, se han convertido en amigos, en hermanos, en ningún momento me han hecho sentir diferente por ser mayor que ellos y me demuestran un aprecio sincero, al igual que yo a ellos.

Me doy cuenta de la suerte que he tenido de conocer en este momento de mi vida a esta gente, sería injusto poner nombres porque me dejaría a alguno seguro y espero que a todos les vaya bien en su vida.

Algún día estoy seguro que me los volveré a cruzar en el camino y diré con orgullo que fueron mis compañeros de clase.

El retorno del Rey. BSO El señor de los anillos.

El retorno.

Hace unos meses anuncié que dejaba de escribir debido a unos problemas que surgieron que algunas personas que accedían a mi blog y me equivoqué; Cree otro blog de manera anónima para seguir matando el gusanillo de escribir, aunque por desgracia no tengo mucho tiempo últimamente para hacerlo debido a esta histeria en la que se ha convertido mi vida.

Es de sabios rectificar y yo sé que me equivoqué al abandonar este blog, este rincón de mi alma que empecé a compartir con tantos y tantos amigos/as de todas partes del mundo, personas que como yo avanzamos por la vida algunas veces entre tinieblas y algunas veces bajo la belleza de un cielo plagado de estrellas; No me dí cuenta de que al abandonar este blog, estaba abandonando una parte de mi vida y de mi ser, estaba olvidando a Woodman (el hombre de madera), el desdichado en el amor, el incrédulo en la vida, el hombro en el que llorar, el consejero incansable, el niño desorientado.... Pero sobre todo estaba abandonando a tanta gente que le gustaba de vez en cuando perder cinco minutos por saber que tenía que decir este pobre diablo de Albacete.

He decidido volver, justamente una noche fría, en la que no puedo dormir, supongo que por los nervios del examen que he hecho en la universidad, recordando lo bonito que era perder algunas horas de sueño por compartir con vosotros un poco de mí.

He aprendido que no tengo que demostrar nada a nadie salvo a mí mismo, que al que no le guste lo que escribo o lo que hago, simplemente tiene que mirar para otro lado, os animo a que hagáis lo mismo, es una manera de aligerar la carga del alma.

He vuelto para quedarme.