miércoles, 15 de febrero de 2012

Más gorrinos que amigos.

Cuando eres pequeño piensas que tienes muchos amigos, ya que la vida todavía no te ha demostrado que un amigo es algo más que un compañero de juegos en el recreo. Lamentablemente la vida en una de sus lecciones más duras se empeña en enseñarte que existen personas a tu alrededor que dicen llamarse amigos pero que no dejan de ser "compañeros de juego en el recreo", personas que sólo necesitan de ti para tener gente con la que salir un fin de semana o simplemente gente a la que pedir favores, pero a la hora de que tú les pides algo prefieren mirar a otro lado.

Otra cosa que esta muy de moda es la amistad con fines de invitar a una boda o a una fiesta similar a fin de que entre todos les subvenciones la fiesta o les pagues la habitación del bebé, y yo me pregunto los que no nos vamos a casar o no vamos a tener hijos ¿no tenemos derecho a que se nos considere personas con alguna necesidad también?

En algunos casos llegas incluso a prestar tu propia casa en el nombre de la amistad y no te sirve para nada, ya que de eso no se acuerda nadie, sólo interesa que aportes tu dinero, tu casa o lo que ellos necesiten porque luego ni se acuerdan de ti en los malos momentos y lo que es ya el colmo de los colmos para comunicarte alguna buena noticia.

He escrito ya en alguna ocasión que los amigos se aprecian y ven en sitios muy concretos, como por ejemplo el hospital o el cementerio, en esos momentos es cuando más agradeces una llamada de teléfono o un abrazo y por la misma regla de tres es cuando más lo echas en falta.

En fin os voy a decir algo que ya todos sabemos, conocidos muchos y amigos muy pocos y en la mayoría de los casos los conocidos son más gorrinos que amigos.

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