lunes, 20 de febrero de 2012

Los invisibles que siempre están.

A raíz de mi última entrada he recibido muchas llamadas de amigos preguntándome por cómo me va. La verdad me sorprendió y no sé si guarda relación con lo escrito por mi la semana pasada.

Pero me gustaría señalar que justamente he recibido llamadas de personas a las que considero hechos de fe probados.

¿Qué quiero decir con hechos de fe? La fe es creer en la existencia de algo aunque no se vea o se pueda tocar, pues justamente la gente que me llamo son así, son personas a las que por desgracia no puedo ver lo que me gustaría pero que siempre llevo cerca de mi corazón.

Son personas buenas, que sé que si necesitara su ayuda para cualquier cosa podría contar con ellos. Me entristece pensar que se puedan haber sentido aludidos u ofendidos por mi entrada ya que nada más lejos de mi intención, curiosamente las personas que se tendrían que haber sentido aludidas siguen sin aparecer y ni se les espera.

A todas esas personas que por desgracia hoy en día son invisibles para mi quiero decirles que siempre les llevo en mi corazón y que estoy seguro que el próximo día que nos veamos nos daremos un gran abrazo para festejar el reencuentro.

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