jueves, 1 de mayo de 2014

Doble o nada.

Bueno amigas y amigos, he acabado mis período de maestro de prácticas o training teacher como dicen los ingleses y con ello acaba mi formación.

La gente que me lee y conoce sabe el enorme esfuerzo que he tenido que hacer para pasar de no tener ni la educación mínima obligatoria a obtener de manera brillante el título de maestro en Primaria y Educación Especial (además de haber acreditado un nivel de inglés B2/C1) en tan solo 5 años. Hoy no voy a analizar mi paso por el mundo educativo, hoy simplemente quiero compartir conmigo y por ende con vosotros mis lectores anónimos, el miedo y la incertidumbre que me genera abandonar la universidad.

Mucha gente me ha dicho que valgo para ser un estupendo maestro, incluso en este último colegio me han preguntado sobre mi futuro y la mayoría de los compañeros me han invitado a llevar el currículo cuando termine, ya que se trataba de un colegio concertado. Para mi es un verdadero halago que gente con tantos años de experiencia y que realiza una labor brillante me diga eso.

Evidentemente a lo largo de estos años, mucha gente (incluso de este último centro), ha tratado de desanimarme con su actitud y sus palabras, pero supongo que no os pilla de susto, ya sabéis que en la vida siempre vamos a encontrar gente que su único anhelo es vernos caer, quizás porque así tranquilizan sus miedos y a veces simplemente necesitan sentirse superiores al resto de los humanos...sinceramente, hace ya tiempo que no les hago caso.

Ahora llega un momento, en el que en el mitad de mi vida, debo apostar por el cambio total, el cual pasa por abandonar de manera total mi forma de ganarme la vida desde hace 20 años y jugarmela al doble o nada; sorprendentemente, dejando atrás al tipo que se asustaba por todo, he decidido jugar, empezando a partir del lunes empezar a prepararme oposiciones al cuerpo de maestros. Una vez más, muchos me dicen que estoy loco, que no voy a aprobar porque no tengo puntos, ni por experiencia, ni por méritos, pero ¿sabéis? es una pena que después de todo lo que he hecho, no intentarlo.

Dar este paso, implica vivir solo con el dinero imprescindible para pagar gastos fijos, estudiar muchas horas semanales y renunciar a cosas que la mayoría de mis amigos y amigas están haciendo, pero lo acepto. A lo único que no voy a renunciar es a mis clases de apoyo a los más desfavorecidos que me servirán de válvula de escape y algún que otro partido de tenis (mientras pueda pagarlos). Aunque evidentemente si durante el camino, me surge la oportunidad de trabajar en algo relacionado con la docencia y que me de puntos para la opisición pienso cogerlo.

La puesta esta sobre la mesa, dobe o nada, ¡hagan juego!

No hay comentarios: