miércoles, 10 de diciembre de 2014

El trabajo más difícil del mundo.

Muchas veces uno piensa que su trabajo es el más difícil del mundo, y es cierto, hay una gran cantidad de trabajos que exigen esfuerzo físico o mental, gran cantidad de horas de dedicación o tratar con situaciones extremas.

A lo largo de la vida he hecho ya varias cosas, siempre he sido una persona inquieta y desde hace unos años, parece que he encontrado la que me gustaría que fuera mi profesión. En este tiempo he tratado ya con algunas situaciones complicadas, alumnos con graves problemas físicos, psíquicos o sociales, compañeros en un mal momento personal que han intentado desanimarme y sobre todo, muchas dudas personales sobre si estoy tomando el camino correcto.

Por lo tanto, puedo afirmar que llevo ya algunas piedras en mi mochila, bien sea en forma de patadas en las costillas o de apuntes para la oposición. Lo que nunca me había pasado es que una compañera me insultara a mis espaldas primero y a la cara después cuando le he pedido explicaciones.

Supongo que el trabajo más difícil del mundo es ser persona. Muchas veces nos olvidamos de los sentimientos de los demás y en virtud de nuestra situación personal, nos dedicamos alegremente a destruir al que tenemos cerca. Es aún más lamentable que algunas de estas personas se dediquen a educar niños, bueno educar por decir algo, porque no considero que gritar y amenazar sea educar, aunque bueno eso ya es una opinión personal mía.

Dice mi padre siempre, que mi libertad acaba donde empieza la tuya, matiz que bajo mi punto de vista se puede aplicar al honor. No creo que faltar al respeto a alguien sea un buen modo de empezar una relación laboral, aunque desde luego si que es la clave para finiquitarla.

Mucha gente dice de mí, que soy buena persona, que tengo mucha paciencia con la gente, pero la verdad creo que ya se me está acabando y es hora de jugar con las mismas cartas.

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