sábado, 31 de diciembre de 2011

Un año más y un año menos.

Un año más y un año menos, algunas nuevas arrugas de reír, ojeras por las nuevas preocupaciones, cicatrices en el alma por las ausencias y un corazón alegre por las nuevas adquisiciones.

Este año ha tenido de todo, bueno, malo y regular pero tal y como me propuse hace algunos años me quiero quedar con lo bueno, porque de lo malo ya voy a tener tiempo de preocuparme.

Me quedo con Rubencico y esa vitalidad agotadora, me quedo con mis partidos de tenis contra Manuel y por supuesto me quedo con Minnie también conocida como la que siempre está.

He conocido gente nueva como Gatusol, que a pesar de ser del atlético (nadie es perfecto) es un gran tío; Pero lo más importante es que a pesar de las circunstancias sigo contando con gente que llevan ya estando en mi vida unos cuantos años y que sin ellos mi vida no sería lo mismo.


Este año he echado de menos mis conversaciones con Salomé, Olmedillo y Elena, pero la distancia que nos separa no es sólo de kilómetros por desgracia ahora hay otra barrera que es el tiempo.

He echado de menos pasar algo más de tiempo con buenos amigos como los de la piscina o mis amigos de salir, pero supongo que el camino que he elegido implica hacer algunos sacrificios.

Viene un año duro, lo presiento, un año cargado de dificultades para todos, tanto personales como económicas pero desde aquí lo único que os puedo decir es que apretéis los dientes, los puños y lo que haga falta. Ahora más que nunca tenemos que ser fuertes y estar unidos a los nuestros, como siempre digo en los momentos malos es cuando la gente muestra su verdadera cara.

No debemos dejar que esta maldita crisis económica y de valores nos arrastre al fondo de un mar salvaje, debemos buscar una playa soleada y esquivar la tormenta.

Si os paráis a pensar seguro que todos hemos salido de situaciones peores y seguro que en este próximo año vamos a demostrar que somos auténticos supervivientes.

Nos pueden quitar el dinero, la casa etc pero que nunca nos quiten la sonrisa y los sueños, es lo único que realmente nos pertenece y lo único que vale la pena.

No puedo evitar sentir lástima de aquellos que están solos en estas fechas, pero siento aún más pena por los que pudiendo estar acompañados prefieren estar solos basándose en un orgullo mal entendido, espero que algún día tengan lo que buscan.

Por último os quiero mandar abrazos, besos, caricias, lo que necesitéis y agradeceros un año más estar presentes en mi vida y seguir acompañándome a estar solo.

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