miércoles, 4 de enero de 2012

Alguien como tú.

Hace una semana vi a esa persona de mi pasado reciente que tanto había querido y que tanto daño me hizo.

A pesar de que ya estoy curado y mi corazón ha cicatrizado es inevitable pensar en el ayer es inevitable pensar en lo que pudo ser, en cómo sería hoy mi vida de haber seguido adelante con una relación que un principio parecía perfecta ya que amabas y creías ser amado por la persona con la que siempre habías soñado.

El despertar de aquel sueño fue duro, cuesta mucho aceptar que esa persona ha decidido comenzar una nueva vida lejos de ti, casarse, tener hijos y olvidarse del tiempo que ha pasado contigo o incluso recordarlo como una pesadilla.

Es fácil para estas personas dejar tu corazón por los suelos, en mi caso es literal tras un ataque de ansiedad en un último intento de recuperarla, un episodio del que no me siento muy orgulloso.

Pero afortunadamente el tiempo pasa y te vuelves a reencontrar con una persona que ves triste a pesar de llevar la vida que ha elegido llevar; Una vida con dinero, casas en la playa y locales en la ciudad para alquilar, niños a ambos lados y un marido al que agarrarse en los paseos de los domingos. Entonces te preguntas por qué a pesar de no tener eso, yo sonrío últimamente un poco todos los días, te das cuenta de que la respuesta es fácil, sonrío porque he aprendido que la vida es demasiado corta para llorar por nadie que nunca ha hecho nada por ti, que hay cientos de personas que les encanta estar contigo y que si les dejas te van a acompañar hasta el fin de tus días, gente que te quiere por como eres y no por quien eres.

Aprendí que la vida no es buscar una persona especial, es ser especial para que muchas personas te encuentren y cuenten contigo, aprendí que si no das no vas a recibir nada y que el sexo es eso simplemente sexo al igual que el matrimonio sin amor es simplemente un papel.

Puede que me haya vuelto algo bohemio y que ahora mismo no tenga ni idea del camino que esta tomando mi vida, ni siquiera sé cuánto viviré más, nadie lo sabe. Por el contrario sí sé que a pesar de que me dio un vuelco el corazón al verla, me duro un segundo, al momento ya estaba sonriendo.

Gracias al dolor, me he conocido un poco más y me he atrevido a hacer cosas que nunca soñé y con el tiempo espero algún día mirar atrás y completar el rompecabezas de mi vida, diciendo ha valido la pena todo lo pasado; Hoy soy mejor persona por todo lo que he vivido.

Desde aquí gracias a todos los que me habéis hecho recuperar la sonrisa, de verdad no sabéis cuanto os debo.

No hay comentarios: