jueves, 28 de marzo de 2013

El baloncesto y la vida.

     Siempre he sido un gran admirador del baloncesto a pesar de que siempre he sido un pésimo jugador; Mi generación creció con las jugadas increíbles de Magic Johnson y las canastas prodigiosas de Michael Jordan, mientras que aquí en España, un puñado de locos hacían lo que podían para que nuestro país mantuviera la honra, por aquel entonces todavía no existían los Gasol, Fernández, Calderón y compañía que tantas alegrías nos han dado.

     Pero esta entrada no pretende hablar de recuerdos infantiles, sino de el sentido de la vida. Hace algún tiempo escribí que me encontraba en la tercera falta personal de mi vida y que todavía no sabía cuáles eran las otras dos que me faltaba citar para completar las cinco con las que te expulsan de un partido de baloncesto.

     Simplemente para recordar las faltas personales que identificaba eran:

                                - La falta de tiempo para hacer lo que realmente quería hacer con mi vida.
                                - La falta de seres queridos que se me han ido de este mundo.
                                - La falta de seres queridos que no se han ido, pero se van poco a poco.

    Hoy reflexionaba sobre cuáles serán las dos faltas más con las que la vida me va a expulsar del juego; Llegaba a la conclusión de que si bien estas faltas son universales para todos, el modo al que se llega a ellas es diferente. Por ejemplo me apena observar como gente que tiene "todo" para intentar ser feliz, no tiene un objetivo en la vida y se sienten vacíos, posiblemente algún día cuando superen este momento de desmotivación se den cuenta de que su tiempo se acaba. Por lo tanto esta falta de motivación y sentido de la vida puede acabar en falta de tiempo para realizarte.

     Otras personas sin embargo se dedican a criticar a los demás por las cosas que hacen, cuando en el fondo quizás lo que tienen es envidia de no hacerlas ellos. No se dan cuenta de que el tiempo se va pasando y esta falta de orgullo real les pesará el resto de su vida. Además la pena es que el orgullo no te deja ver realmente a las personas como son y cuando se hayan ido de nada servirá pedirles perdón ante una lápida; A la falta de tiempo podemos unirle la falta de personas que nos han influenciado para bien y jamás les dimos las gracias.

    La falta de tiempo para cuidar de nuestros mayores, es una realidad que observo en nuestra sociedad; Vivimos tan alocados por ser felices que nos olvidamos de aquellos que nos cuidaron y amaron. Si uno no tiene tiempo para cuidar de sus mayores ¿qué felicidad es esa?. Eso esta totalmente relacionado con sentir la falta de seres queridos a pesar de que aún no se han ido. Parece que vivimos en una sociedad que mira para otro lado cuando aparece el dolor y el sufrimiento, buscando sentirnos mejor pero debemos tener en cuenta lo que dice la sabiduría popular, lo que hagas a tus padres te harán tus hijos. Todos somos responsables de la educación de las próximas generaciones.

    Las otras dos faltas personales, todavía en mi caso no han dado la cara, imagino que la última será la muerte que nos expulsa a todos del juego de la vida, mi duda gira en torno a si estaré jugando con reglas europeas (5 faltas personales y expulsión) o NBA (En este caso son 6).




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