lunes, 7 de noviembre de 2011

El precio de soñar.

El precio de soñar en determinadas ocasiones es demasiado alto. No sólo hablo de dinero, hablo de emociones, esfuerzos, tiempo, sonrisas y lágrimas.

Me encuentro en el ecuador de mi sueño, acabar magisterio, ser maestro, ¿un sueño? ¿una utopía? es posible...los ahorros para la carrera se acaban (gracias hacienda) las ganas menguan conforme aumenta la dificultad y otros condicionantes que hacen que todo se ponga cuesta arriba.

Ahora mismo me veo incapaz de memorizar nada, incapaz de estudiar por falta de tiempo y lo peor me siento cansado. Agotado de ver tanta tontería junta en una carrera que se supone que me tiene que formar para enseñar a niños entre 6 y 12 años.

La verdad dudo que esta carrera me forme para ello, confío más en mi instinto por sí ese día llega.

Pero veo tan difícil que ese día llegue, veo tan complicado acabar la carrera y lo que es peor veo tan complicado ejercer de maestro.

Sé que sería un buen maestro, lo primero porque soy de los convencidos en que la educación es el el mejor regalo que se le puede hacer a una persona. Muchos os preguntaréis ¿por qué no lo pensaste antes? Pues supongo que la vida es un cúmulo de circunstancias que nunca entendemos, ni siquiera el día que vayamos a morir podremos comprenderlas.

En fin supongo que lo único que puedo hacer es seguir manteniendo la línea el tiempo que pueda y esperar.

No hay comentarios: