miércoles, 9 de mayo de 2012

Aquellos que sin hacer nada cambian el mundo.

Conforme me hago mayor me empiezo a cansar de personas que se disfrazan de falsos profetas con ideas revolucionarias que cambiarían la humanidad, consiguiendo transformar la sociedad y permitiendo que alcanzáramos un mundo perfecto, sin pobres, sin hambre, sin guerra y sin gobernantes corruptos.

Por desgracia para nosotros estos profetas, venden consejos e ideas que ellos mismos no se aplican ya que piensan que cambiar el mundo es acudir a una huelga perdiendo unos euros o pegarse unas tremendas vacaciones en cualquier país en el que no se respetan los derechos humanos. Lo gracioso es que suelen acusar al resto de estar dormidos de no hacer nada para cambiar una situación totalmente injusta sin darse cuenta de que quizás por un lado de que mucha gente esta en una situación que tienen bastante con sobrevivir y que por otro lado ¿quién son ellos para decir lo que tiene que hacer o dejar de hacer la gente? Justamente critican los totalitarismos y se comportan de un modo totalitario.

No puedo creer a personas que me empujan al cambio sólo con sus palabras, tal y como defiende Freire la reflexión sin acción es verbalismo estéril al igual que la acción sin reflexión es activismo.

He conocido verdaderas personas que intentan cambiar el mundo, sin irme más lejos tengo amigos que acuden a una huelga a pesar de ir justos económicamente (por ir a la huelga les descuentan de su sueldo el día) y lo más importante hacen menos ruido que una persona a la que le caen 3000 euros mensuales (supongo que le importa menos que le descuenten un día), tengo amigos que trabajan de modo callado en parroquias, ONGS, movimientos por la solidaridad y no necesitan hacer tanto ruido para que se les vea y esa gente realmente es la que cree que el mundo puede cambiar y debe cambiar.

Los falsos profetas, millonarios de palabra fácil y modales de gordo baboso hijo de puta que se dedican a lanzar insultos a todo lo que se mueve y a manipular personas como títeres a su antojo en pos de la verdad y la verdad es que se están pegando una vida de puta madre a nuestra costa.

PD. A todos estos indeseables que predican con la palabra y no con el ejemplo, espero que algún día al menos dejen de darnos dolor de cabeza con su palabrería barata.

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