La vida es demasiado corta para preocuparse por las cosas antes de que sucedan, es preferible ir toreando el toro conforme venga.
Estoy conociendo cantidad de personas que juegan a ser Rappel y a preocuparse por cosas que no saben si van a pasar, viviendo en una angustia continua.
También me estoy encontrando gente que se dedica a intentar adivinar el resultado de las cosas, sin tener el valor de comprobar esos resultados.
¿De qué sirve esconder la cabeza debajo del ala? Ignorar el problema no es solucionarlo.
Da miedo fallar, pues más miedo debe dar fallar y no corregir, eso si que asusta, la única manera de aprender es equivocarse, pero sobretodo la única manera de aprender es vivir.
Y vivir aprendiendo no es otra cosa que afrontar lo efímero de la vida y aprendiendo de nuestros errores y experiencias cada minuto.
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