martes, 21 de diciembre de 2010

La búsqueda.

¿Y si el problema fuera que no nos conocemos?

¿Y si el problema fuera que no nos encontramos a nosotros mismos?

La solución sería la búsqueda, pero no una búsqueda sencilla.

Comenzaríamos por remover todo nuestro interior intentando encontrar respuestas ¿Quién soy? ¿Dónde voy? ¿Vale la pena mi vida? ¿Vivo como quiero vivir? ¿Todo es mentira o todo es verdad? Nos daríamos que conforme removemos nuestro interior más alejados estamos de conocernos y justamente en ese punto comienza nuestras angustias e inquietudes.

Hemos nacido en un mundo en el que nos han dicho todo lo que somos y todo lo que podemos llegar a ser, hemos nacido en un mundo que limita nuestra funcionalidad al dinero que somos capaces de producir, los hijos que podemos tener, en el que se nos etiqueta y se nos ubica en un lugar de la cadena de montaje que llaman vida.

Y cuando uno de nosotros se rebela, rápidamente el sistema lo engulle y corta sus alas.

Vivimos en un mundo lleno de contradiciones, unos mueren de hambre y otros tiran la comida, unos ríen y otros lloran, unos mueren y otros viven pero aún así las respuestas están en el interior, siempre en el interior, es cuestión de buscar.

Buscar y comprender, comprender nuestra historia pasada para poder disfrutar nuestro momento presente sin pensar demasiado en el futuro, ya que el futuro es incierto hasta cumplir la máxima que el futuro es el segundo siguiente a terminar esta frase.

No hay que cansarse de buscar en el interior de uno mismo y remover puede doler pero es necesario para alcanzar alguna conclusión sobre la propia vida.

No hay comentarios: