jueves, 7 de abril de 2011

Una noche agradable.

Acabo de estar compartiendo mi tiempo con unos compañeros de clase en casa de uno de ellos y la verdad me lo he pasado genial.

Esta noche nos hemos juntado el grupo de los "maduritos" más Luisa una joven "madurita" y la verdad me ha encantado escucharlos, y eso que me ha costado mucho ya que precisamente uno no es mudo... Pero he aprendido cantidad de cosas, no sólo de lo que ellos decían sino de lo que veía.

Me ha encantado ver como gente, con una vida más o menos encarrilada ha apostado por intentar cambiar de vida, pero no cambiar ya de vida en el sentido económico, más bien en el personal.

He visto como pelean por sus sueños, como adoran una profesión a la que nunca se han dedicado y quizás nunca se dediquen, me ha encantado ver esos ojos llenos de sueños, sueños de tiza y niños, sueños de cambiar un mundo a través de lo único que realmente puede cambiar un mundo.

Todas las ganas que no veo en la mayoría de mis compañeros más jóvenes las he visto en mis "maduritos" y la verdad ha sido una inyección de moral enorme, comprender que nunca es tarde para perseguir un sueño, que nunca es tarde si de verdad quieres algo de corazón y que todo esfuerzo vale la pena.

Espero de todo corazón que acaben la carrera y que sean capaces de encontrar trabajo porque con maestros así, el mundo sería otra cosa...

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