lunes, 8 de agosto de 2011

La memoria del besugo

¿No os ha pasado nunca apoyar y ayudar a un amigo, prestarle incluso tu casa y que luego al cabo de un tiempo este amigo ni lo recuerda?

A veces pienso que peco un poco de vanidad por el hecho de que me gustaría que de vez en cuando las personas me dieran las gracias o tuvieran un detalle conmigo pero la verdad es que por suerte me duran poco esos momentos, el resto del tiempo pienso en que mejor seguir haciendo las cosas porque creo que las tengo que hacer.

Y es que uno no puede elegir que los demás se comporten tal y como espera uno que lo hagan, ni siquiera puede pretender que le den las gracias o tengan un detalle que por cierto con el resto de amigos si lo han tenido.

Aunque claro olvidaba que para ciertas personas hay amigos clase A, amigos clase B etc... e incluso no hay amigos simplemente compañeros para salir a tomar una copa.

Lo que realmente sí que hay es mucha hipocresía, me agota ver como hay gente que presume de amistad eterna y están esperando que la otra persona se de la vuelta para destriparlo, lo mejor de todo es que con estas personas hay que tener cuidado ya que si se te ocurre seguirles la corriente queda como sus palabras han sido tuyas y corren velozmente a propagar el mensaje.

Supongo que el problema sigue siendo mío, supongo que le he cogido gustillo a ser un kleenex y que lo mío es levantar a las personas cuando caen, ponerlas en marcha y cuando ya están haciendo su vida se olvidan de ti debido a su memoria de besugo.

Lo triste es que con esta entrada del blog muchos os sentiréis aludidos porque a muchos os ocurre lo mismo y es que hoy en día cada vez tenemos menos amigos de verdad y por desgracia los vemos menos de lo que quisiéramos.


No hay comentarios: