miércoles, 11 de abril de 2012

Las respuestas de la vida.

El tiempo se va, la muerte acecha y la vida se nos escapa entre los dedos.

A veces cuando hacemos un alto en el camino de este sin sentido que es la vida, me da por pensar en que me encuentro prácticamente a la mitad de un camino a ninguna parte, y dicha idea me aterra.

Me aterra pensar en que no voy a tener tiempo de ser la persona que quiero ser, al igual que me aterra ver como tengo que empezar una y otra vez un camino que ya había dejado atrás.

Y es que la vida esta cargada de incertidumbres, supongo que las respuestas las obtendremos durante el último minuto de nuestra existencia y quizás tampoco en ese momento encontremos todas las respuestas que necesitamos tener.

Porque el problema de la vida es que te ves inmerso en una lucha de tal calibre que ya no solo dejas de buscar respuestas sino que dejas de hacerte preguntas. Entras en tal vorágine que sólo te preocupa ganarte el pan y dejas atrás metas y sueños.

Las preguntas básicas deberían ser ¿quién soy? y ¿quién quiero ser?, las respuestas desgraciadamente son algo más complicadas y exigen una profunda reflexión individual.

Mientras tanto sólo nos queda vivir, al menos mientras que la lotería de la muerte no nos toque.


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