lunes, 16 de abril de 2012

Triunfar o no triunfar esa es la cuestión ¿o no?

La gente que suele leer este blog sabe que muchas veces ya he reflexionado sobre el éxito. Esta vez no voy a escribir sobre el viejo tópico de que el dinero no da la felicidad y demás, esa reflexión sobre el éxito gira en torno a otra cosa.

Me sorprende ver como mucha gente que tiene vacía su vida sustenta su idea de éxito en otras cosas que realmente no le llenan, como por ejemplo puede ser tener casarse, tener un hijo, comprar un yate o irse a buscar gamusinos a la luz de la luna.

Lo gracioso es que justifican este comportamiento en base a su experiencia, intentan convencerte y hacerte creer que tú no tienes ni idea de lo que están pasando porque no has hecho nada de esas cosas y olvidan un detalle importante, si no he hecho esas cosas es porque no he querido, porque he comprendido que mi felicidad esta en otros sitios.

Y es que hoy quiero hablar sobre el triunfo que es vivir tal y como quieres vivir, tanto solo como acompañado (y en este último caso acompañado porque quiero estarlo, no por un estúpido contrato). Algunos hemos comprendido la brevedad del tiempo y hemos decidido aprovecharlo en nosotros mismos y la verdad a pesar de que nos ha tocado ir a la luna y volver, no nos quejamos (Los gamusinos los dejamos para el que le haga falta buscarlos).

Que conste que no escribo esto por todo el mundo que se ha casado o se ha comprado un yate, hay gente que ha encontrado la felicidad y el equilibrio en la institución del matrimonio o navegando por alta mar; Esto va por aquellos con cuyo comportamiento me recuerdan el porqué no me apetece comprar un yate.


Supongo que nunca seré un triunfador al que las veinteañeras verán atractivo, pero la verdad he aprendido que no me hace falta, hace tiempo que para ser feliz descubrí que sólo me hace falta una cosa....yo mismo y vivir a mi manera.

No hay comentarios: