lunes, 4 de febrero de 2013

Mi pandilla.

No eramos los mejores niños del mundo, pero tampoco eramos los peores.

Simplemente nos toco crecer en un momento donde la confusión sobre muchos temas reinaba en el ambiente, un barrio de clase media trabajadora, una escuela anquilosada en el sistema dictatorial que había caído unos años atrás y unos benditos padres que trabajaban de sol a sol para darnos una vida mejor que la suya.

Nos faltó orientación sobre muchas cosas, crecimos sin obtener respuestas a preguntas que nuestros padres no sabían contestar y que nuestros maestros ignoraban por miedo o por falta de capacidad para responder.

Mi pandilla del barrio, no eran malos, eran niños desorientados que por desgracia no tuvieron la fortuna que tuve yo de contar con unos padres y una abuela sacrificada. No tuvieron la suerte que tuve yo de conocer gente fuera del ambiente de la calle en un entorno más sano y deportivo.

Sufrí en mis propias carnes, lo fácil que es perderse y lo que cuesta encontrarse (de hecho creo que aún estoy en plena búsqueda); Vimos como nuestra generación caía en las garras de la droga y como arrastraban a algunos de los pequeños a un camino maldito sin retorno. Decidimos vivir rápido porque comprendimos que la muerte estaba a la vuelta de la esquina, y de hecho muchos de ellos ya han dado la vuelta a la manzana.

Eran mis amigos, al contrario que otras personas que he conocido, no te miraban por encima del hombro, todos éramos iguales, todos lloramos y todos reímos, todos fuimos a Zodiac e intentamos hacer el trayecto de la vida sin sobresaltos.

La pena fue que la vida se empeño en darnos sorpresas que no supimos asimilar. Ahora unos cuantos años tarde, recuerdo las palabras del Bulica "tú tienes que ser maestro", es lo que tiene ser el tuerto en el país de los ciegos, todos esperan mucho más de ti que tú mismo (O quizás yo estaba más ciego que ellos).

Por eso, muchos años después, con las fuerzas y el dinero justos, me he prometido ante ellos y ante tanta y tanta gente que me anima, que lo voy a intentar, voy a ser el único de aquella pandilla con carrera universitaria y uno de los pocos que seguimos con vida.

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