La muerte.

La muerte según la RAE se define de varias maneras entre las que podemos encontrar la cesación o el término de la vida o la separación del cuerpo y el alma.

En nuestra cultura la muerte se considera algo trágico, ya no por el hecho de que nos separa de los seres queridos, ya que además, cuando nos toca a nosotros nos invita a abandonar la vida; una vida que en ocasiones sobrevaloramos, ya que consideramos que lo tenemos todo y que no nos falta nada (aunque a veces estemos tan ciegos de no ver la realidad, que no es otra, que no tenemos nada propio).

La muerte en muchas ocasiones es el miedo a vivir, es el bloqueo mental que nos produce la incertidumbre, ese que no nos deja perseguir nuestros sueños o no nos deja amar a la persona que tenemos al lado.

Hace años la muerte me aterraba, ahora he aprendido a vivir con ella cada día, saber que en cualquier momento en el que te confías, aparece y con su mano fría te toca para recordarte que está ahí; me aterraba la muerte de mis seres queridos y ahora soy consciente de que la vida es un ciclo y para ellos puede que este acabando; me aterraba mi propia muerte y ahora pienso que el día que me toque será un final de etapa, un final de aprendizaje.

Pero lo que tengo claro, que ese final de ciclo, viene acompañado de un inicio, el inicio de algo bueno, en el que poder emplear todo lo que he aprendido en esta vida y en el que seguro voy a volver a encontrar a mis seres queridos, quizás no con la misma cara pero sí con la misma alma.

Eso es la vida y la muerte, cambio, estaciones del año que nos traen el calor y el frío, las flores y el otoño....