Personas de interés.

El título de esta entrada coincide con una serie a la que me he enganchado hace poco. En esta serie un guapo y atractivo ex agente de la CIA y un excéntrico millonario ayudan a personas inocentes que van a ser victimas de injusticia (no os cuento más por no destripar la serie por si la queréis ver).

La serie sigue la línea de las que yo veía en mi infancia, un bueno con un pasado oscuro que decide ayudar a quien más lo necesita, aquellas personas buenas que parecen no importarle a nadie porque no se consideran personas de interés.

Lejos de querer ser pretencioso y arrogante, me siento identificado con esta clase de personajes, evidentemente no por lo guapo si no porque durante mucho tiempo me vi envuelto en una oscuridad de malas compañías y malas decisiones, en la que parecía que era divertido meterse siempre con los más frágiles (debo decir que nunca lo vi divertido y casi siempre me mantenía al margen, lo que evidentemente no me convierte en mejor persona que los otros, incluso yo diría que en peor).

Desde hace unos años, me estoy esforzando por ayudar a gente que realmente vale la pena a que se den cuenta de que lo valen, considero que esta sociedad sería mejor si la gente buena y honesta que hay, confiara más en ellos mismos y llegarán tan lejos como quieran, porque capacidad tienen.

No aguanto a los fanfarrones que por envidia o baja autoestima se meten con una persona que no sabe defenderse, eso es la mayor cobardía que existe; tristemente este fenómeno ha ido a más en nuestra sociedad, solo basta con observar como ha aumentado el bullying en nuestros centros educativos.

Debemos dotar de herramientas a las buenas personas para que puedan defenderse y creer en ellos mismos, porque ellos son personas de interés, personas que mientras yo esté cerca no echaran en falta apoyo y consuelo, intentando hacerles ver lo grandes que son y gracias a ellos alcanzaré mi redención.