Loco mundo el que han creado, unos mueren ahogados intentando alcanzar la costa donde otros muchos vivimos sin aire por culpa de la avaricia de nuestros gobernantes.
Unos huyen de enemigos como el hambre y la guerra, a otros estos enemigos, nos acechan como el lobo que espera a que la oveja se separe del rebaño.
Vivimos en un mundo donde más de la población muere de hambre y un cuarto de ella por obesidad; una sociedad polarizada en la que los ricos cada vez son más ricos y los pobres cada vez más pobres.
Un sistema que culpa al inocente y beneficia al culpable, en el que el vencedor es aquel que no tiene escrúpulos y el perdedor es un héroe porque solo puede alegrarse de su honradez.
En esta casa de locos que es el mundo, el cuerdo no existe, todos necesitamos una camisa de fuerza que nos impida abandonar el barco.
No puedo evitar sentir una tristeza enorme al ver la tragedia de Lampedusa, al observar a los pobres en mi calle buscando en los contenedores, al ver la miseria del ser humano....Loco mundo condenado a su desaparición.
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