Miradas que no entienden.

Todo el mundo suele lanzar miradas a su alrededor sin pararse a mirarse a uno mismo, esa es una de las máximas de la vida, dicho de otra manera la gente prefiere ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.

Supongo que es algo natural e irremediable, solemos criticar al resto de la humanidad por lo que hacen o lo que dicen, sin pararnos a pensar que sus palabras o sus hechos normalmente no nos van a dar de comer.

Muchas veces a lo largo de mi vida he tenido que convivir con los comentarios ajenos, por unos motivos u otros, pero ahora parece que vuelven a resurgir con fuerza, ya que me consideran demasiado viejo para estudiar y piensan que es una pérdida de tiempo.

Supongo que es más interesante para ellos perder el tiempo en los bares o durmiendo la siesta hasta las 11 de la noche y luego la siesta hasta las 7 de la tarde.

Siempre me ha importado poco lo que digan de mí, por suerte tengo unos compañeros de clase tantos los mayores que yo como los jóvenes muy majos y me hacen sentir muy cómodo en esta nueva aventura que he empezado y por cierto para esos que piensan que los más jóvenes son unos criaturos sin cabeza les recomiendo que se paren a escucharlos se darán cuenta de la buena gente que son.

Supongo que la universidad es mejor sitio para conocer gente que un garito de mala muerte a las 6 de la mañana, aunque claro eso lo supongo yo, no todo el mundo tiene porque pensar igual.

¿En qué acabará todo esto? No tengo ni idea, en mi opinión pueden pasar dos cosas, que no consiga terminar esta carrera y le dé la razón a la gente que opina que estoy perdiendo mi tiempo libre o que la acabe y me sienta satisfecho conmigo mismo; Lo que no saben las miradas que no entienden es que si consigo acabar la carrera no será el final de mi lucha por aprender más sino que pienso seguir...Esto es sólo el principio.