miércoles, 1 de junio de 2011

Finales felices o felices finales.

El otro día vi a parte de mi pasado; Iba con sus padres, su marido y un carrito de bebé, la verdad me alegro por ella porque la vi feliz y realizada, se lo merece.

Al verla no pude dejar de reflexionar sobre la vida, sobre la felicidad y cómo narices encontrarla, esa pregunta a la que tanto nos cuesta encontrar una respuesta.

Yo hace algunos años (Y no tantos) me di cuenta de que la felicidad no consiste en buscar un final feliz sino en buscar felices finales. Esto que puede sonar a otra de mis tonterías para nada lo es, me explico, me he dado cuenta de que todo en la vida son etapas, todo se acaba, empezando por la propia vida y por lo tanto el único camino que hay de ser feliz es buscar felices finales.

Por ejemplo, incluso el amor verdadero te puede acompañar 60 o 70 años, normalmente un miembro de la pareja fallece antes (O incluso de manera trágica los dos fallecer al tiempo) ¿de qué servirá entonces haber buscado el final feliz a la película? ¿No sería más interesante haber vivido todo ese tiempo juntos haciendo de cada día un feliz final?

Pensarlo bien un feliz final es aquel en el que cuando mueres lo haces con la conciencia tranquila de haber luchado por tus sueños, de haber amado con toda tu corazón, de haber llorado por los seres queridos que se han ido antes o de haber sido capaz de perdonar a aquellos que te han hecho daño.

Estoy contento contigo mismo por haber aprendido esta lección creo que en el momento justo que puedo cambiar mi vida, mucha gente descubre esto en el lecho de muerte y muchos incluso mueren sin aprender esta lección y hasta el último minuto buscan su final feliz sin darse cuenta de que eso solo ocurre en las películas.

Luego hay otro tipo de personas que son conscientes de lo que deben hacer para buscar felices finales, pero o bien su indecisión o bien su miedo, les impide dar un paso y prefieren culpar siempre a los demás de su fracaso, siguen esperando que todo el mundo se comporte tal y como ellos esperan que lo hagan y siguen sufriendo por ello, ya que lamentablemente para ellos las personas no solemos actuar como esperan los demás y no es que se haga por fastidiar sino porque todos estamos tan inmersos en intentar arreglar nuestra vida que es difícil adivinar lo que la otra persona necesita.

Bueno hablaba al principio de esta entrada de esa parte de mi pasado, no puedo acordarme de la otra parte de mi pasado, sobre todo ahora que hacienda me va a pedir un dinero por el piso que vendí con esa otra parte (Cornudo y apaleado) la verdad, ahora que ha pasado ya algún tiempo, ahora que quizás que mi situación económica y laboral no sea tan buena, tengo que darle las gracias ya que si llego a casarme con esa persona no hubiera sido ni la mitad de feliz que lo soy hoy, no hubiera dado los pasos que he dado, no habría conocido a tanta gente buena que me ha hecho mejor persona y estoy seguro de que no hubiéramos un final feliz porque ni siquiera tuvimos un feliz final.

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