El cuento habla de un matrimonio y un niño que no encontraban trabajo en su ciudad natal hace muchos siglos y deciden trasladarse a otra ciudad que se encuentra a doscientos o trescientos kilómetros de la suya.
Por aquel entonces el límite de velocidad no se encontraba en 110 kms (Para ahorrar combustible) o las autovías eran una trampa mortal en las cuales por culpa de unos cuantos energúmenos perdías la vida, no simplemente por aquel entonces un viaje de esa distancia podía llevar meses.
El caso es que nuestros amigos se deciden a emprender su viaje, el matrimonio decide colocar al niño pequeño en el burro y realizar ellos la marcha a pie. Conforme llegan al primer pueblo, empiezan a escuchar comentarios del tipo "vaya niño mimado, él subido en el burro y sus pobres padres andando eso no está bien, no." Cuando abandonan el pueblo nuestros viajeros deciden que el niño vaya andando y ellos subidos en el burro para evitar los comentarios de la gente pero para su sorpresa cuando llegan al siguiente pueblo empiezan a escuchar "vaya cara tienen esos padres, ellos sentados en el burro y ese pequeño de apenas 9 años caminando". Al salir del pueblo deciden que el burro vaya sin viajero alguno y los tres caminando pero una vez más para su sorpresa al entrar a otro pueblo escuchan "hay que ser bobos, los tres caminando y el burro sin carga alguna".
Lo que viene a decir la historia es lo que todos conocemos y a veces olvidamos, la gente hagamos lo que hagamos siempre nos va a juzgar en base a sus percepciones, miedos o experiencias.
Es una tontería esforzarse por gustar a todo el mundo porque simplemente es imposible, a la única persona que tenemos la necesidad de gustar es a nosotros mismos. Sabéis que he escrito muchas veces sobre lo importante que es quererse y aceptarse, saber que nuestro físico por ejemplo sólo es una característica y no es lo que nos define.
He subido la canción all star del grupo Smash Mouth de la BSO de Shreck (Sí esa película que no me gusta...) Y he recordado los días en que descubrí que siendo un ogro se puede ser feliz, luché casi toda mi adolescencia (Como casi todos supongo) por encontrar la aceptación de los demás por mi físico pero un buen día ¡Click! me di cuenta que es preferible ser un ogro feliz que un príncipe amargado.
Esto va dedicado a todas mis amigas, entiendo perfectamente que si es por salud o por sentirse mejor uno quiera perder peso o ganar, pero recordad sin obsesionarse y siempre con control médico.
Y sobre mis amigos, parece mentira que aún sigáis dudando sobre la importancia de tener pelo para conseguir lo que quieres en tu vida...Así que cuando queráis os enseño a afeitaros el coco pero dejad de intentar peinaros los 4 pelos.. :)
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