martes, 25 de junio de 2013

Amanece que no es poco.

La vida pasa en forma de etapas ante nuestros ojos a una velocidad tan alta que en numerosas ocasiones no recordamos haber hecho todo lo que teníamos pensado hacer.

Cuando mueren nuestras mascotas, somos conscientes de los años que han pasado y los hechos que han ocurrido en este tiempo. En 15 años da mucho tiempo a que ocurran muchas cosas como por ejemplo perder el pelo o perder el norte de la brújula de tu vida.

Afortunadamente, lo mejor de cerrar etapas es comprobar que aún estás a tiempo de cambiar el sentido de tu vida o al menos morir en el intento porque te das cuenta que la persona que eras antes, no es en absoluto la persona que querías ser. No hay nada más triste que convertirte en algo que detestas y verte condenado a serlo a lo largo de tu vida.

Hay momentos en los que despiertas y das gracias, ya que amanece que no es poco y tienes la oportunidad de volver a empezar junto con la gente que realmente te quiere que siempre es la que nada te exige.

Mi vida ha pasado como un rayo, un relámpago más bien y aún así doy gracias de cada momento que paso con los míos, con los que siempre han estado y siempre estarán, en lo bueno y en lo malo, en la luz y en la oscuridad.

No hay comentarios: