martes, 4 de junio de 2013

Fuerza.

Como viene siendo habitual mañana me enfrento a un examen muy complicado en la carrera. Suelo escribir antes de enfrentarme a un examen de este tipo por dos motivos: Uno para matar los nervios y otro para recordar que en la lucha estará la victoria.

Está siendo un año duro, en el que en algunos momentos me he sentido viejo y cansado, pensaba que no iba a poder con la enfermedad de mi madre, mis problemas económicos y laborales y con un año cargado de energía negativa por muchos lados; No me daba cuenta de que posiblemente ese estado de cansancio se debía a una estúpida infección que me estaba consumiendo sin que me diera cuenta de ella porque estaba demasiado ocupado peleando por un sueño.

Un sueño que cada vez por momentos parece más alejado, pero hay momentos en los que parece estar más cerca y es que el verdadero valor consiste en siempre intentar dar un paso más cuando crees que no puedes.

El examen de mañana es una de esas pruebas que miden mis ganas de superarme y si algo he aprendido en estos 3 años de carrera es que un examen se pelea a tope, pero con la tranquilidad que si no es ahora, tengo otra oportunidad dentro de un mes.

Hasta la fecha no me ha hecho falta ninguna segunda oportunidad, ni chuletas como hace mucha gente en mi clase, sólo me ha hecho falta estudiar con el corazón y con el cerebro ¿cómo voy a transmitir la necesidad del trabajo duro a mis alumnos si yo mismo no me lo creo?



Ahora que me he recuperado, me doy cuenta de la surte que tengo por lo que mañana iré con la alegría de enfrentarme a un nuevo reto, pensando en dar lo mejor de mi mismo y demostrar una vez más que ocurra lo que ocurra, vale la pena pasar por esto, enseñando a mucha gente que la juventud y la fuerza se lleva en el alma.

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