jueves, 3 de marzo de 2011

El egoísmo

Intento pensar en que no llevo razón pero cada día que pasa me cuesta no pensar en que sí la llevo... El ser humano es egoísta por naturaleza y sólo algunas honrosas excepciones se libran de tal afirmación.

Y hoy no me voy a parar en filosofar sobre el hambre del mundo y el Vaticano, o porque en China cada 6 horas una persona se hace multimillonaria y 1000 mueren de hambre o porque nuestros "amados" políticos roban a un pueblo cada vez más acuciado por la crisis y el paro.

¿Dónde comienza el egoísmo? Mi teoría sigue siendo la misma, todo comienza en uno mismo, no creo que el problema sea de la sociedad que nos hace así, creo que somos así porque simplemente somos humanos y el egoísmo por desgracia es parte de nosotros.

Podéis observar como en todos los países, en todos los momentos de la historia, sea cual sea el sistema político y el contexto cultural, la gente se afana por acumular riquezas, pero sobre todo se afana por tener más que el prójimo y no buscando una estabilidad (Por la cual creo que todos tenemos que luchar) sino para poder aprovecharse del resto y sentirse poderosos.

Imaginad por un momento una clase de universidad, los diferentes grupos de alumnos tienen que hacer una exposición de unos temas que el profesor no va a dar, lo normal sería que cada grupo dejara en copistería ese tema para que sus compañeros puedan estudiar, pero nadie lo hace.

Imaginad un marido felizmente casado que engaña a su mujer simplemente por egoísmo, sin pararse a pensar en el daño que le puede causar esto a la otra persona.

Imaginad un hijo que no valora nada a su padre, un hijo que no tiene en cuenta los sacrificios que ha hecho su padre, las horas que ha trabajado, las horas que no ha dormido por proporcionarle un futuro.

Imaginad un padre que no valora los esfuerzos de un hijo por agradarle, por intentar hacer las cosas lo mejor posible y que su padre se sienta orgulloso.

Y por último imaginad, un niño muerto de hambre en el tercer mundo mientras que aquí nos tiramos los huevos a la cabeza por una estúpida costumbre o miles de kilos de tomates...

Eso es el egoísmo en sus múltiples facetas, si os dais cuenta todo tiene su origen en el hombre, todo comienza en nosotros, y nosotros somos los únicos que podemos cambiar las cosas, empezando por nosotros mismos con pequeños gestos.

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