martes, 27 de septiembre de 2011

Amor.

Amor no es simplemente el nombre de un gato loco que conocí el verano pasado en Ciudad Real.

Amor es aquello que mis padres llevan sintiendo tantos años que ni ellos se acuerdan.

Mucha gente habla de que la "gente de antes" aguantaban juntos debido a la educación que habían recibido de aguantar carros y carretas, a esta gente les puedo decir que se equivocan de pleno en este caso y que al menos conozco una "persona de antes" que no estaba dispuesta a aguantar carros y carretas teniendo el valor de empezar de cero por su cuenta.

Mis padres llevan juntos muchos años, claro que han pasado momentos duros, momentos en los que se discute, no se dice lo que se piensa o simplemente uno o el otro sin darse cuenta no han sabido darse la respuesta que el otro esperaba pero lo que siempre ha estado por encima de todo esto ha sido su amor.

Mis padres han sabido perdonarse, han sabido apoyarse y sobre todo han aprendido a respetarse en todos los momentos y situaciones incluso en las más duras situaciones.

Supongo que podéis pensar que son la pareja típica que se conocieron con 14 años y con 18 se casaron como solía pasar antes...pues no, se casaron ya mayores para la edad con 32 años, vivieron su soltería con la alegría propia de la edad y se encontraron justo cuando se tenían que encontrar para valorar lo que significa tener una vida en común.

Supongo que a todos nos llega ese momento, que llega el día que no imaginas tu vida sin tener a esa persona especial al lado, que encuentras esa locura compartida, ese lenguaje visual que sólo entiende esa persona que tienes a tu lado, que encuentras a la persona que te dice en cada momento lo que necesitas escuchar y no solo eso si no que sabes comprender sus errores y ella comprende los tuyos. Lo gracioso es que creo que siempre esa persona es la que menos pensaba que iba a ser.

Y un último supongo, aunque bueno no, no es un supongo es un afirmo... Mis padres me han puesto el listón muy alto.

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