viernes, 2 de septiembre de 2011

Caminos sin retorno.

Siempre me gusta decir que hay pocas decisiones en la vida que sean perennes y que no tengan vuelta atrás ya que pienso que en un porcentaje muy alto somos dueños de nuestro destino.

Por desgracia para todos si que existen algunos caminos sin retorno: Uno de ellos, el más duro de aceptar es la muerte ya sea la nuestra o la de nuestros seres queridos.

La muerte es un momento doloroso de separación y es un gran misterio, a mi me gusta creer que es una separación temporal ya que si de verdad has querido a alguien tanto en vida estas condenado a volver a encontrarte con esa persona en la eternidad.

La vida es un camino que no dura demasiado e incluso a veces menos de lo esperado, esta semana leía como en Argentina han encontrado el cadáver de una niña de 11 años asesinada quizás por las deudas de su padre y seguro por la falta de escrúpulos de algún hijo de puta.

Para este asesino espero que también haya sido un camino sin retorno y que como mínimo se pudra en la cárcel a base de pan y agua con trabajos forzados 12 horas al día.

Por otro lado puedo observar como cada vez gente más joven elige caminos que no es que sean sin retorno pero si que es cierto que tienen una vuelta más complicada. Me refiero a caminos en espiral en el mundo de la droga que en muchas ocasiones les puede conducir al laberinto de la desolación y depresión para acabar sus días en la calle.

También veo cada vez más gente en la calle, sin recursos para salir adelante, recursos que en estos días nuestros líderes políticos han malgastado y derrochado en cientos de estupideces y ahora como no, nos toca pagar a todos con nuestra sangre.

Otro camino sin retorno al que parece que mucha gente que conozco no da importancia es el de la prostitución, ¿habéis observado como cada vez hay más chicas en la calle? Cada vez más jóvenes, es una pena, yo a esto lo llamo el terrorismo sexual, lo triste es que a amigos míos casados no hace mucho tiempo y con hijas esto le parece gracioso, espero que nunca tengan que ver a su hija ejerciendo el trabajo más antiguo del mundo.

Pienso que soy una gota en el mar, pienso que tengo una situación difícil, que he empezado un retorno no sé bien a que lugar pero tengo claro que la única manera de intentar arreglar un poco este enfermo mundo es desde la educación y por eso cuando veo a a amigos profesores que no son conscientes del poder que pueden llegar a tener me dan pena.

Siempre he sido más Sancho que Quijote pero ahora en este momento me apetece intentar la aventura de intentar convertirme en maestro ¿Acaso será esto otro camino sin retorno? ¿Acaso me estaré enfrentando a molinos en lugar de gigantes? No tengo respuesta pero no pienso quedarme con la duda.

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