Echo tanto de menos aquellos días en los que mi mar estaba en calma.
En los que los días se pasaban sin prisa jugando con un balón.
Días en los que no existía para mi la palabra hipoteca, fin de mes, agobio, desengaño....
Partidos de fútbol interminables, bocadillos de nocilla.
Echo de menos navegar por mi mar sin prisa, viendo el sol brillar con fuerza en el cielo.
La vida era plácida y agradable, en esos días la amistad era lo mas importante y se hacían juramentos eternos.
Ahora ha pasado el tiempo y me toca navegar por un mar en tempestad....
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