lunes, 12 de abril de 2010

Los egoístas.

Siempre me han dicho que el egoísta es el que no comparte con los demás.

¿Pero que es lo que no comparte el egoísta jamás? ¿Su dinero? ¿Su casa? ¿Sus bienes materiales? Lo que no comparte jamás es su tiempo y en el mejor de los casos trata de compensarlo donando algún dinero a alguna buena obra para sentirse bien consigo mismo.

Porque en el peor de los casos se dedica a pasar por la vida sin dejar de mirarse el ombligo.

Es inevitable que a lo largo de la vida se nos olvide el dolor y el sufrimiento ajeno, caemos en una rutina de trabajo, de estudios, de familia, que nos hace inmunes al dolor de los menos afortunados pero siempre hay que tener un momento de pausa para recordar que todos somos humanos y que todo el mundo merece algo más que una donación económica.

¿Has probado alguna vez a darle un abrazo a alguien que hace años que no recibe uno? ¿Has probado a hacer reír alguna vez a un discapacitado? ¿Has probado a lavar las heridas del drogadicto tras una noche de abusos? ¿Has probado alguna vez a pedir perdón a tu hermano o a tus padres? ¿Has probado a ayudar a un amigo a salir del lío en que se ha metido?

Quizás simplemente has enviado dinero para la recuperación de un país a mil kilómetros de aquí, sin saber si esa ayuda llega o no, para tranquilizar tu conciencia; Pues desde aquí me atrevo a decirte que no has vivido, el día que hagas cualquiera de esas cosas me entenderás.

La vida es breve y tengo una mala noticia que darte por mucho que trabajes y mucho dinero que amases en tu vida, no conozco a nadie que haya vivido más de 150 años pero si conozco a alguno que otro que siempre vive en los corazones.

No hay comentarios: