lunes, 19 de abril de 2010

Reflexiones.

El miedo y el amor son libres tal y como es libre la verdad.

La verdad y la muerte es lo único que nos va a quedar cuando tengamos que dar cuentas.

Las cuentas lamentablemente nos las vamos a tener quedar a nosotros mismos que somos el juez más duro e impasible que conocemos.

El sol y la luna, comparten el mismo cielo pero sin embargo cada cual tienen su función, es el matrimonio perfecto, hasta de vez en cuando hacen el amor y nos dejan a oscuras a pleno día.

Nuestra edad no va en función de los años que vamos cumpliendo sino en las neuronas que vamos conservando.

No es lo mismo remar que nadar y no es lo mismo caminar que pasear.

No es lo mismo que te salgan arrugas que arrugarse, las arrugas enseñan a vivir y sin embargo te arrugas cuando mueres.

He contado las veces que he reído y de momento me sigue saliendo una más que he llorado.




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