El universo.

Una buena amiga me ha dado unas breves pero interesantes pinceladas sobre la vida.

Hoy me comentaba que ha descubierto que la clave está en pedir al universo lo que quieres y vivir como si ya lo tuvieras y la verdad quizás esa sea la clave.

Le he comentado que yo hace tiempo pedía cosas a dios o al universo llamarlo como queráis pero la verdad hace tiempo que ya no pido nada.

Me he dado cuenta de que las cosas que más quiero en el mundo por mucho que las pida es imposible que me las den.

Me gustaría que la gente que quiero no muriera nunca, que no existiera el dolor, que nadie se sintiera solo y que todos fuéramos felices, cada uno a nuestra manera...¿imposible verdad? Lo sé.

Mis padres ya son mayores hemos pasado buenos momentos y malos, nos hemos querido, hemos discutido, pero sobretodo hemos aprendido a respetarnos, lamentablemente como dice mi padre es ley de vida que ellos se vayan antes que yo.

Amigos que se han ido y sé que no volverán, gente inocente pasándolo mal por el mundo, deseo tantas veces a lo largo del día que todo el mundo fuera feliz y me siento tan mal de ver que es imposible que me cuesta creer en el mundo.

Mucha gente me dice que quizás tenga que aprender a pedir para mi, pero realmente ¿qué puedo pedir para mi? ¿Pedir que una sonrisa bonita envejezca conmigo? ¿más dinero? ¿un mejor trabajo? no sé supongo que podría pedir a Sakira con el corazón de Teresa de Calcuta y la cuenta corriente de Bill Gates que se enamorará locamente de mi... pero prefiero quedarme con lo que tengo y esperar que alguna sonrisa bonita me haga sentir especial...mientras tanto me quedo con la gente que es especial para mi.