lunes, 30 de agosto de 2010

Los fallos.

Mucha gente se piensa que hago todo bien o que hablo como si lo supiera todo.

Supongo que uno de mis defectos es que soy cabezota y que parece que quiero siempre llevar razón, intentando siempre argumentar mi opinión, eso sí nunca la intento imponer simplemente me encanta el debate.

Pero lo que mucha de esa gente no sabe, es que he fallado en muchísimas ocasiones a lo largo de mi vida y que he fallado a muchísima gente.

Echo la mirada atrás y me doy cuenta de la cantidad de errores que he cometido y la verdad no puedo evitar sonrojarme.

Lo que más pena me da es que por mucho que me empeñe no puedo volver atrás en el tiempo y rectificar todo lo que he hecho mal en esta vida.

Lo que si que le diría a esta gente que comentaba antes, que lo único que se puede hacer con los fallos es enmendarlos y en ello estoy, hay que ser capaz de comerse el orgullo y ser capaz de dar un paso atrás para tomar impulso para intentar llegar a donde siempre quise ir y sobretodo de la manera que siempre debí ir.

Supongo que la dificultad ahora es mayor porque quizás tengo menos tiempo y menos margen de error, eso es lo que tiene la vida, que conforme avanza nos deja menos tiempo para cambiar situaciones que no nos gustan, pero no hay nada imposible para el humilde al igual que para el orgulloso antes o después se cierran todas las puertas.

Así que ya me va tocando enmendar algunos fallos y errores, se lo debo a mucha gente y me lo debo a mi mismo.

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