lunes, 16 de agosto de 2010

Musculman y princesitas.

Recuerdo cuando era pequeño y jugaba con mi amigo José Ángel a que eramos "currantes", que teníamos un taller propio en el que nos dedicábamos a arreglar los más diversos "cachibaches".

Seguramente es el comportamiento que habíamos visto en nuestros padres, gente a la que no le importaba trabajar duro y esforzarse.

Supongo que nuestra generación no había olvidado que en la vida hay que trabajar, que nadie vive del aire y que hay que ganársela cada día.

Hoy en día si echas un ojo a la juventud y a la televisión puedes observar como hay cantidad de gente que prefiere vivir del cuento.

Chicas que apenas saben hablar y escribir pero prefieren salir en televisión luciendo palmito, tatuaje y tetas.

Chicos que apenas saben vocalizar, que no han acabado ni la ESO, pero eso sí, echan más horas que un reloj en el gimnasio para poder atraer a las chicas nombradas anteriormente.

Este tipo de persona, salvo honrosas excepciones, unidas por una incultura y un desprecio enorme a la educación, que de lo único que pueden presumir es de haber echado más polvos en una noche que nadie o de haberse acostado con fulano o mengana, por desgracia se convierten en modelos a imitar por niños que se tragan pseudo programas televisivos donde la basura no se saca por las noches.

Estos elementos y elementas que pelean por ser el jefe de la manada, el que más grita, la que más folla... pero nunca los que más piensan...

Supongo que trabajar duro por lo que se quiere, cultivar el yo interior, sembrar valores no está de moda, simplemente la moda es dejarse llevar por el culto a la imagen dejando el cerebro para los gusanos... Una pena oiga...

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