Metas.

Cada uno a lo largo de su vida planea sus metas.

Lo que le gustaría alcanzar en cada momento de la vida, las esperanzas en las que volcar sus esfuerzos y eso sólo se consigue escuchando al corazón.

Recuerdo como de pequeño soñaba con tener mi propio taller, imitar a mi padre.

Luego un poco más adelante, recuerdo como lo único que quería en mi vida era morirme, no lo veía sentido ninguno a la vida, recuerdo aquel infierno y todavía se me saltan las lágrimas.

Por suerte sigo vivo, y digo por suerte porque entonces conocí a grandes personas que me abrieron los ojos, me hicieron ver que el mundo es un lugar que necesita de Quijotes dispuestos a hacer que la vida cambie un poco, que hay gente que necesita una palabra de consuelo o que un niño que llora necesita que lo calmen y orienten.

La utopía de una sociedad mejor, el sueño de cambio que debe de comenzar en cada uno de nosotros, el compromiso personal con el esfuerzo, el intentar conseguir que un sueño inalcanzable se convierta en una meta personal y no decaer en el camino.

Por suerte en ello estoy, no sé por cuanto, no sé si mi utopía persona podrá llevarse a cabo, pero estoy en camino y no estoy solo.