martes, 4 de enero de 2011

Realidad y esperanza.

Todo cambio es posible pero hay que tener en cuenta dos factores relacionados con la plasticidad que eso involucra, la realidad y la esperanza.

Alguna vez ya he escrito sobre este tema y la verdad no me canso de hacerlo, creo que la vida es un camino lleno de cambios que no sabemos muy bien hacia donde nos lleva.

Hoy quiero hablar de los propósitos de año nuevo que la gente se hace y digo se hace porque yo hace mucho tiempo que no me los hago.

Yo prefiero creer en los cambios de día nuevo, pelear todos los días un poco por el cambio que le quieras dar a tu vida, por ejemplo la gente que quiere dejar de fumar como propósito de año nuevo como mucho aguanta unos meses sin fumar pero la gente que lo intenta cada día lo acaba dejando para siempre (Aunque claro la actual ley del tabaco y la crisis van a ayudar a que la gente deje de fumar o que se fume lo primero que pille).

Por desgracia en todos nuestros propósitos de cambio, incluso en los diarios, nos encontramos con gente que se dedica a ponernos zancadillas, incluso la gente que más nos quiere, no aceptan nuestras decisiones y suelen atacarte donde duele e incluso en lugar de ver todos los esfuerzos que estas haciendo por cambiar se dedican criticar que te centras demasiado en ese cambio y no les haces caso, cuando justamente no has hecho otra cosa en toda tu vida que hacerle caso a todo el mundo sin vivir tu propia vida.

Y es que por desgracia, este 2011 ha empezad recordándome lo viejo que soy, lo difícil que es cambiar y que quizás tanto esfuerzo no vale la pena y que debería estar pensando en otras cosas.

A veces es inevitable sentirse como un Quijote en busca de su Dulcinea sin saber muy bien si es un loco o está cuerdo, sobre todo en un mundo de locos que quieren aparentar que están cuerdos.

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