viernes, 21 de enero de 2011

Recordando.

Recuerdo cuando hace un par de años una persona me animo a volver a estudiar.

Recuerdo el miedo que me daba el no estar a la altura, pensaba que no iba a ser capaz ni de sacarme la ESO en un instituto de adultos, me aterraba darle la razón a aquellos que me miraban por encima del hombro por no tener estudios.

En estos días se cumplen dos años de aquello, y ya estoy en la universidad, haciendo magisterio entre penas y glorias, con la satisfacción de haber sacado muy buenas notas y con el miedo que da esperar los resultados de los exámenes que se dieron peor.

Y lo que es peor con la incertidumbre de la crisis económica amenazando mi trabajo y mi sustento.

Pero hoy quiero escribir esto, quizás porque sea viernes y eso me anima o quizás porque muchísimas personas estos días me han animado y me han recordado que no estoy solo, que tengo mucha gente que me apoya.

Hoy he recordado cuando en la escuela de adultos, me reencontré con Antonio Machado, reencontré mi gusto por las letras y sobre todo reencontré "Cantares".

Hoy no puedo dejar de escucharla, porque es uno de esos días en los que la letra de ese poema, me estremece, me hace ver lo efímero de la vida pero si algo veo es que una persona lo único que puede hacer es continuar luchando, pero simplemente entendiendo que la lucha es el comer cada día, tener un techo para dormir y algo de integridad personal; El resto de las luchas que mucha gente se pone en su vida como ser multimillonario antes de los 30, tener una mujer florero para enseñarla , un coche grande etc... Están perdidas porque ninguna de esas cosas te las vas a llevar cuando mueras, todas esas cosas pertenecen a este mundo.

A veces pienso en mi muerte; Me gustaría pensar que un minuto antes de morir, pensaré en todas las personas que he conocido; Pensaré en mi familia que sin dudas a pesar de sus luces y sus sombras son la mejor familia que he podido tener; Pensaré en mis amigos, los que se fueron antes que yo y los que se quedan; Pensaré en los malos momentos y me daré cuenta que cada mal momento en realidad me ha abierto una puerta nueva a la felicidad; Pensaré en la gente que me ha hecho daño y simplemente les perdonaré porque por cada cosa mala que me han hecho estoy seguro que han posibilitado que me pase otra cosa mejor; Pero sobre todo pensaré en que mi vida ha valido la pena, la habré vivido como he querido y al fin de cuentas eso es lo que importa.

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