viernes, 14 de enero de 2011

Pobreza, gracias políticos varios.

No paro de observar como se incrementa de modo considerable el número de gente que pide en la puerta de los supermercados.

La verdad es que la situación pinta muy mal, sobre todo ahora que el gobierno ha retirado la ayuda de los cuatrocientos y pico euros.

El perfil de la gente que pide en la calle es muy variado, hasta no hace mucho se trataba de inmigrantes y gente de avanzada edad, ahora si os fijáis cada vez hay gente más joven que no alcanza para pagar la hipoteca y no gozan de colchón familiar donde refugiarse hasta que la tormenta pase.

Mucha gente piensa que quien se encuentra en una situación así es porque quiere, porque no busca trabajo o porque no se ha formado lo suficiente, yo no me atrevo a decir que todo el mundo que esta en la calle sea por esos motivos.

Hay mucha gente corriente que hasta hace poco tenían su trabajo, su casa y todo bajo control, sobreviviendo con sueldos de algo menos de 1000 euros pero al menos sobrevivían, ahora el trabajo ha volado y con ese trabajo ese dinero necesario para subsistir.

Nos han intentado convencer de que los culpables de la crisis han sido muchos ¿Pero qué hay de las soluciones? ¿Os habéis parado a pensar los sueldos multimillonarios que tienen nuestros dirigentes políticos?

Todavía no he escuchado a ninguno proponer que se van a bajar el sueldo para aportar más dinero a las arcas del estado, prefieren rebajarlo a funcionarios que no cobran ni una cuarta parte que ellos, prefieren subir los impuestos... Lo más triste es que luego se inventaran una guerra en la que nos embarcaran a todos para asegurar su poder.

No puedo dejar de sentir pena cuando veo a gente pidiendo en la calle, evidentemente la solución no es dar limosnas de 20 céntimos, esa gente con eso no soluciona nada y para salir del paso, mejor que acudan a CARITAS o cualquier centro municipal, lo que pienso es que ya va siendo hora de que algún cabeza pensante de este país decida la rebaja de sueldos de los políticos y la reducción de cargos estúpidos que no valen para nada.


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