lunes, 4 de julio de 2011

El valor.

Un buen día el hijo del avestruz le preguntó a su madre qué era el valor, la madre sorprendida le contestó a su hijo que el valor era algo que las avestruces no poseían "las avestruces somos veloces y no nos hace falta el valor porque corremos tanto que los problemas no nos pueden alcanzar y si en alguna extraña ocasión nos alcanzan, basta con meter la cabeza debajo de la tierra". El pobre hijo no estaba muy conforme con la explicación que su madre le había dado, ya que pensaba que él poseía un gran valor a pesar de ser una avestruz, así que decidió preguntarle a la lechuza que era el ave más sabia que conocía.

La lechuza le comentó que ella sobre el valor no sabía mucho, ya que el valor no era una de las características de su especie pero que por lo que había aprendido en la ULCLM (Universidad de lechuzas de Castilla La Mancha) debía preguntarle al león ya que éste era el animal más valeroso que conocía, pero que debía tener cuidado ya que los leones se alimentan de otros animales, la avestruz aseguró que no le daba miedo y que estaba preparada para entrevistarse con el león.


La avestruz emprendió su camino en busca del león sin hacer casos de los consejos de la lechuza que insistió en que la pequeña avestruz debía formarse y aprender todo lo posible sobre leones y cuando por fin lo encontró sin tener oportunidad de mediar palabra fue devorada.

Moraleja: En la vida no basta con ser valiente, también hay que ser inteligente y prepararse para lo que pueda venir, la inteligencia sin valor es como la sopa sin caldo, alimenta pero no calienta.

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