lunes, 25 de julio de 2011

Los años.

Vivimos en una sociedad en la que nos sentimos jóvenes durante mucho más tiempo que nuestros padres y abuelos hubieran soñado, de lo cual me alegro, ya que sentirse joven previene de muchos males normalmente asociados a nuestra cabecita loca.

Podemos disfrutar de unos padres y abuelos con una vitalidad que para muchos de nosotros tenemos, los vemos hasta bien entrados en años llevar ese ritmo de vida tan alto que no llegamos a entender como son capaces de mantenerlo con el paso de los años y muchas veces no somos conscientes de una verdad inapelable, los años van pasando.

Creo que el único modo de comprobar el paso del año en nuestros padres y abuelos es cuando vemos a alguien de su edad que hace tiempo no veíamos, ya que a nuestros familiares al verlos todos los días no somos conscientes de sus cambios.

Y es que al ver a alguien de su edad, podemos comprobar que los nuestros también se hacen mayores, pero sobre todo se hacen vulnerables y necesitan más que nunca de nuestra paciencia y atención, de saber perdonar algunas cosas que dicen al igual que ellos nos han perdonado por tantas cosas que hemos dicho.

Todos vamos a cumplir años, bueno todos no ya que algunas personas se quedaron en los 35 y otros en los 15, debemos estar mentalizados para afrontar la enfermedad, la muerte y ver como poco a poco se apagan estrellas que han lucido con una gran fuerza.

Esto no debe de ser un motivo de tristeza, al contrario, se debe de festejar una vida larga ya que hay otras muchas personas que no han tenido la suerte de vivir tantos años.

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