jueves, 7 de julio de 2011

La táctica del alemndruco.

Recuerdo que cuando eramos pequeños utilizábamos la expresión "la táctica del almendruco" cuando había algo que no sabíamos hacer o explicar y nos inventábamos una posible salida.

Han pasado ya unos pocos años desde aquello y no puedo evitar pensar que hay gente que sigue utilizando esta táctica infantil.

Por ejemplo hay mucha gente que inventa negocios imposibles de esos que no cotizan en la seguridad social para justificar que buscan la fortuna que los dioses le han privado, otras personas inventan currículos que ya quisieran muchos ministros (Vaya se me olvidaba que éstos ya se los inventan también), otras personas hablan sobre una vida personal plena cargada de niños y viajes a la playa al apartamento soñado aunque sea con la persona no soñada, otros se dedican a hablar de gloriosas victorias deportivas (lástima que sean en un club pequeño de pueblo y contra rivales que en nada se parecen a Federer o Nadal) y podría seguir así un buen rato.

Supongo que cada uno utiliza el truco del almendruco cuando puede o cuando le dejan pero vamos creo que ya tenemos una edad para darnos cuenta de que uno es lo que es y que si quieres conseguir algo lo único que puedes hacer es ponerte a trabajar lo más duro que puedas y olvidarte de explicaciones infantiles a problemas adultos.

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